Salud y Familia

¿Cómo poner límites en las relaciones?

¿Qué hacer cuando otras personas provocan circunstancias incómodas?

¿Cómo poner límites en las relaciones?

¿Todo tiene un límite? O bien siempre se debe actuar en paz. ¿Cómo proceder? En mi experiencia personal la respuesta no se encuentra en la persona o situación desagradable, sino en los “juicios de valor”. (Foto Prensa Libre: Pexels en Pixabay)

Un tema controversial en la vida de una persona es determinar hasta qué momento debe aguantar malos tratos, desprecios, humillaciones o actitudes negativas de otras personas. Esta interrogante se origina debido a que el ser humano considera imposible resolver aquellos problemas que provocan malestar emocional desde la paz interior. Por otro lado, está la condición aprendida del ser humano de la defensa, responder de forma agresiva o con el mismo trato que recibe con el fin de no demostrar debilidad.

En resumen: ¿Todo tiene un límite? O bien, siempre se debe actuar en paz. ¿Cómo proceder? En mi experiencia personal la respuesta no se encuentra en la persona o situación desagradable, sino en los “juicios de valor” que se generan en la mente de quien se siente agredido. A qué me refiero: una persona que siente agresión por otra crea en su mente una serie de argumentos que le indican el trato injusto que recibe, sensación que provoca irritación y reacción defensiva. Debido a la incomprensión de ese proceso mental por la falta de percepción, el culpable es el otro, por tal razón se deben establecer límites.

Si se parte del hecho y se descartan los juicios de valor, que es el proceso mental, quedará únicamente la plena observación hacia la persona que se expresa, esto significa que lo dicho no representa algo bueno o malo.

Esta plena observación genera quietud, lo que produce paz, es decir, no violencia o la falta de resistencia al choque emocional. A partir de esta nueva forma de actuar no existirá la necesidad de establecer límites, se dejará ser a la otra persona bajo la lupa del conocimiento de uno mismo y la comprensión del otro. El mejor ejemplo para explicar mis palabras es la vía dolorosa, que es oportuna, ya que estamos cerca de entrar a la Semana Santa.

La vía dolorosa, que es el trayecto de Jesús desde su condena hasta su muerte, tiene un gran significado oculto: la paz y serenidad que él guardó a pesar de saber que todo lo que estaba padeciendo era una injusticia. Si Jesús sabía que todo era injusto, por qué no puso límites a sus captores, por qué no se defendió o protesto contra lo sucedido. Al contario siempre actuó desde su paz. Esto quiere decir que actuó con la plena observación de los acontecimientos sin emitir juicios de valor. Por eso tuvo la capacidad de evitar pronunciarse y plantear respuestas enigmáticas que confrontaron a sus juzgadores con la verdad. Con este ejemplo puedo asegurar que no es necesario poner límites, toda vez un individuo logre autoobservación, autoindagación y conocimiento de sí mismo para que de esta manera pueda trascender y vencer sus juicios de valor.

Participe en nuestras actividades que le ayudarán a trascender juicios de valor, mantener la calma y paz interior. Información WhatsApp 4293-5610. 

André Armas, Educador y Consejero de Bienestar

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André Armas, Educador y Consejero de Bienestar

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