Una vez localizada, se la extrae con una pinza de punta fina.
El animal debe permanecer lo más tranquilo y quieto posible.
Durante el procedimiento, es importante no apretar la garrapata, ya que puede desprender patógenos que desencadenan la enfermedad de Lyme, la babesiosis, la erliquisosis o la enfermedad vírica TBE.
Cómo retirar la garrapata correctamente
Acerque la pinza a la garrapata lo más cerca posible de la piel del perro o gato. A continuación, extraiga el parásito lentamente y con un tirón uniforme. Es importante que la cabeza de la garrapata también se extraiga y no quede atascada en la piel.
Ross aconseja limpiar la zona de la picadura con un desinfectante y controlar la herida. Si la piel sigue enrojecida o si se produce inflamación en el lugar de la picadura, hay que llevar al animal al veterinario. Sobre todo si el animal presenta fiebre, cansancio o inflamación de los ganglios linfáticos.
Cómo prevenir las picaduras
Hay que evitar que el animal sea picado por una garrapata. El mercado de productos contra las garrapatas es amplio: soluciones, collares antiparasitarios, pastillas o aceites.
Sin embargo, la especialista advierte que no todos los productos son adecuados para todos los animales y recomienda la consulta con un veterinario.
Así, por ejemplo, el principio activo permetrina es bien tolerado por los perros, mientras que es tóxico para los gatos.
En tanto, el aceite de coco, que puede aplicarse en el pelaje, ofrece una protección natural. El ácido láurico que contiene disuade a las garrapatas, pero la duración del efecto es limitada. La protección del coco debe renovarse cada seis horas.