Entonces ponga atención, porque esto puede ser perjudicial para el cuidado dental. Dos dentistas revelan lo que realmente importa en el cuidado dental y por qué es mejor cepillarse los dientes una vez y media por la noche.
– El cepillo:
“Con un cepillo eléctrico, la mayoría de los y las pacientes obtienen ampliamente mejores resultados”, indica Roland Frankenberger, profesor de Conservación Dental en la Universidad Philipps de Marburgo y en el Hospital Universitario de Giessen y Marburgo.
Sin embargo, quien realiza bien la limpieza, también puede hacerla con un cepillo manual. “Pero como la gente limpia demasiado poco o mal, y sobre todo porque las personas mayores ya no son tan ágiles con las manos, siempre les recomiendo a mis pacientes la variante eléctrica”, dice.
Porque, con un cepillo eléctrico, no solamente se mueve la mano, sino también el cabezal del cepillo. Así se elimina más placa, es decir, placa bacteriana.
Sin embargo, aclara el dentista Stefan Fickl, “el cepillo eléctrico no suplanta en el trabajo“. Y aclara que también con este cepillo resulta necesario aplicar la técnica correcta.
– La técnica:
Superficies masticatorias, superficies internas y superficies externas probablemente sea el orden que muchos de nosotros aprendimos de niños. “Se supone que esta técnica te ayuda a recordar dónde se limpió ya”, dice Roland Frankenberger
Asimismo, existe otra manera de proceder: la técnica Bass, que lleva el nombre del dentista estadounidense Charles C. Bass. Y esta es la siguiente: se coloca el cepillo en un ángulo de 45 grados y se realizan suaves movimientos de barrido de arriba hacia abajo, es decir, desde la encía hasta las piezas dentales.
A continuación, se limpia en dirección a las superficies de masticación con movimientos circulares. Este método elimina una cantidad especialmente grande de placa.
De todas maneras, resulta importante tener en cuenta que “para la mayoría de las personas es difícil implementar la técnica Bass”, aclara Stefan Fickl.
“Por eso no debería prestarse tanta atención a la técnica, sino de alcanzar todas las superficies dentales durante el limpiado”, puntualiza.
Muchas personas se cepillan demasiado cerca de las superficies de masticación. Sin embargo, Stefan Fickl aconseja que el cepillado se realice cerca de las encías. Porque enfermedades como las caries o la periodontitis se originan en la transición entre la encía y el diente.
– La duración:
Dos minutos, dos veces al día, es una buena regla de oro. “La mayoría de la gente solo se cepilla los dientes unos 30 segundos al día”, observa Roland Frankenberger. Sin duda, esto es poco tiempo.
Sin embargo, la duración del cepillado depende también de la situación de la dentición. “Quien tiene menos dientes lo hace más rápido. Las personas con aparatos, puentes o implantes suelen necesitar un poco más de tiempo”.
Con la técnica correcta, sin embargo, no debería limpiarse demasiado tiempo. “Sobre todo debe prestarse atención a que no se presione demasiado la base de las encías con el cepillo”, advierte Fickl, ya que esto puede dañar las encías a largo plazo.
“Por eso es tan importante utilizar un cepillo de dientes con cerdas suaves o semiduras”, agrega.
– El timing: ¿antes o después del desayuno?
“Lo más importante es limpiar en profundidad los dientes a la noche antes de irse a dormir”, asevera Fickl. Porque por las noches se produce menor cantidad de saliva, que es la que protege a los dientes del ácido y las bacterias. El flúor contenido en la pasta de dientes puede cumplir esta función durante la noche.
¿Y qué pasa con la limpieza matinal? “La mayoría de las personas no disponen de tanto tiempo por las mañanas y se limpian por la sensación de frescura”, dice Frankenberger.
“Esto también está bien. Les doy como regla de oro a mis pacientes que por la mañana se cepillen media vez y, por la noche, una vez y media”.
Sin embargo, hay estudios que demuestran que da igual si uno se cepilla antes o después del desayuno.
Y “se ha demostrado que es falso que haya que esperar quince minutos antes de cepillarse los dientes después de comer alimentos ácidos”, dice Frankenberger.
El café tampoco daña los dientes. Como mucho, deja una coloración en los dientes que puede eliminarse con una limpieza dental profesional.
– La pasta dental:
La pasta debe contener suficiente flúor. “Un dentífrico normal con un contenido en flúor de 1.450 ppm es estupendo para mantener la salud bucodental”, afirma Roland Frankenberger.
Los dentífricos que según los anuncios publicitarios contienen esmalte dental líquido aún deberían demostrar que son una alternativa al flúor a largo plazo.
El especialista ve con ojos críticos los dentífricos blanqueadores. “Si tus dientes te parecen demasiado amarillos, se puede hacer un ‘bleaching’ con un dentista”, alerta. “Un dentífrico no podrá solucionarlo a largo plazo”.
También debería mantenerse alejado de los productos más ásperos. “Puede que eliminen la decoloración y la placa un poco más rápido, pero por lo demás son demasiado agresivos para los dientes”.
Los geles con flúor resultan innecesarios cuando se limpian los dientes con suficiente tiempo y cuidado. Pero, para los pacientes en riesgo de desarrollar caries, por ejemplo, las personas mayores, representan un buen complemento.
– ¿Son realmente necesarios los cepillos interdentales y enjuagues?
“Cuando se trata de prevenir las caries y la periodontitis, el cepillo de dientes es, por lejos, lo que más ayuda”, afirma Roland Frankenberger. Los enjuagues bucales pueden dar una sensación de aliento fresco o ayudar contra el mal aliento, pero no son efectivos contra las caries.
“Las soluciones para realizar enjuagues no son perjudiciales, pero cuestan mucho dinero y sirven poco”, asevera Stefan Fickl.
Pero lo que es importante es la higiene del espacio interdental. “Lo que suena como una campaña de limpieza en un planeta alienígena significa en realidad mantener limpios los espacios interdentales. Al fin y al cabo, constituyen un tercio de la superficie total de la dentición”, detalla.
Y, con este fin, resultan realmente útiles los cepillos interdentales. “Son más sencillos de emplear que la seda dental y su rendimiento de limpieza es considerablemente mejor”, destaca Frankenberger.