Salud y Familia

Cuando la familia de mi pareja tiene tradiciones distintas a las mías

Entrar a la vida de una pareja implica reconocer también sus tradiciones. Muchas veces estas pueden sumar cosas positivas o generar discrepancias.

Cuando la familia de mi pareja tiene tradiciones distintas a las mías

Las tradiciones toman como punto de partida la trascendencia de las vinculaciones interpersonales. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Toda comunidad guarda en los registros de sus identidades una mezcla de creencias y tradiciones que son replicadas a medida que pasa el tiempo. Estas pueden ser transmitidas ya sea de manera individual o colectiva.

De acuerdo con la psicóloga Ana Gabriela Solís Ponce, las tradiciones son situaciones propuestas por una o varias personas con el fin de involucrarse con otras en un determinado evento que puede tener continuidad. Por lo general, esto toma gran relevancia dentro de las familias.

La especialista en salud mental agrega que estas son consensuadas entre todos los integrantes de un mismo grupo “con el fin de preservar la cercanía”.

En Guatemala, dichos espacios suelen caracterizarse por girar alrededor de motivos de ocio, desde la alimentación -como almuerzos familiares o comidas en épocas especiales-, así como desde temas religiosos y/o espirituales.

Aunque para muchas personas las tradiciones podrían ser actividades cotidianas y efímeras, estas son posibilitadoras de nuevas sensibilidades y de la construcción en colectivo.

La psicóloga Ana Gabriela apunta que las tradiciones en familia son importantes ya que promueven la empatía, la unión, la comunicación y podrían generar alegría por el reencuentro entre miembros de un mismo núcleo.

Por otro lado, la psicóloga Manuela Méndez destaca que las tradiciones generan recuerdos que al ser positivos brindan seguridad emocional. Además, aportan un sentido de identidad dentro de las familias, en la sociedad, y frente a las relaciones con otras personas, entre ellas las parejas.

Aunque todas las personas y círculos guardan ciertas tradiciones, también es razonable que no todas puedan generar un impacto positivo ya sea dentro de los mismos círculos familiares o a las parejas.

Entre las tradiciones más particulares de las familias se encuentran las reuniones durante la época navideña y de finales de año. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Entrar a la vida de una pareja implica reconocer también sus tradiciones, ya que, de acuerdo con los niveles de confianza, hay una mayor cercanía entre ambos. En estos casos podría ocurrir que una de las partes no comprenda o se sienta incómoda ante la tradición de la otra.

Es posible que lo anterior decante también en situaciones donde la persona incómoda se sienta con el deber o la obligación de ser participe de las actividades a manera de ser condescendiente.

Manuela Méndez subraya que no es adecuado pensar que para agradar a otra persona o querer dar lo mejor de sí mismo sin esperar algo a cambio, se tenga que “lidiar” con las tradiciones ajenas o verlas como un deber.

“Esto no permitirá una relación interpersonal adecuada y provocará alteraciones cognitivas y emocionales. Generará un conflicto entre lo que se desea y lo que se supone que está bien para los demás”, expresa la especialista.

Practicar el respeto y la honestidad

Ana Gabriela Solís Ponce aduce que las personas deben revisar la causa de su molestia cuando se encuentran en un momento de incomodidad frente a tradiciones ajenas. Apunta necesario que se pregunten si en esas situaciones lo incomodo es provocado por el ambiente, o si es algo que surge de una experiencia personal.

También resalta que, en las parejas, ambas partes deben ser claras en cuanto a los valores que les atañen desde sus tradiciones familiares. “Deben existir límites propios en cuanto a lo que les gusta y no individualmente”, dice la psicóloga.

Mantener la apertura para conocer nuevas tradiciones puede funcionar en la dinámica de pareja. Ante ello, es necesario un diálogo, el establecimiento de acuerdos y el respeto.

Manuela Méndez explica que el respeto engloba la comprensión, la comunicación y la aceptación de las diferentes percepciones de las personas alrededor. Por ello, al ser practicado dentro de una dinámica de pareja, esto desarrollará la dignidad y la igualdad del trato, dice la psicóloga.

Es importante mantener el diálogo y consensuar con la pareja frente a la vivencia de una tradición. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

“Fomentar el respeto implica la capacidad de aprender o practicar la tolerancia de las creencias sin tomar en cuenta si no se comparte la misma tradición. Asimismo, sirve para defender el punto de vista sin necesidad de hacer de menos las sensaciones y creencias de la otra persona”, comparte Méndez.

También podría intentarse que una de las personas en la relación acerque a la otra a sus tradiciones. Esto podría tener como resultado algo gratificante o bien, que la parte “invitada” no se sienta a gusto.

“Si no existe el deseo de adaptarse por diferencias de gustos o creencias, se debe practicar la comunicación asertiva para expresar con respeto los puntos en los que difiere con la pareja. De esa forma no sentirá culpa por realizar esa actividad que no gusta”, agrega Manuela.

Ante el panorama mencionado, es de suma importancia que las partes logren diferenciar entre aquello que se hace de manera genuina -como mostrar interés por las tradiciones externas- o desde la condescendencia por quedar bien con la otra parte.

El respeto y la comunicación asertiva son necesarios para fomentar la dinámica de pareja. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La distinción entre la condescendencia y el respeto tiene que ver con los límites que se interponen, dice la psicóloga Méndez.

Desde la condescendencia, las personas pueden sentirse mal por el disgusto de realizar algo con lo que no son compatibles o con algo que no les genera placer. Sin embargo, la preocupación de dañar emocionalmente a las otras personas les genera más peso y por ello, son participes de los espacios o en este caso, de las tradiciones.

Las repercusiones de actuar desde la condescendencia podrían ser desgastantes emocionalmente para las personas, argumentan las psicólogas entrevistadas. Por ello, se insiste en tener claro un diálogo interno, reconocer los valores y siempre comunicar de manera asertiva las emociones detonadas.

Otra recomendación dada por la psicóloga Manuela Méndez tiene que ver con la manera en que las personas se aproximan a las nuevas tradiciones. Sugiere que antes de practicarlas se debe tener información de cómo son.

Al contar con los datos, se puede hacer una introspección y evaluar cuáles son las cosas que sí podrían adaptarse y cuáles no, para posteriormente colocar un límite sin sentir culpa. Esto permitirá expresar a la otra persona el desinterés de practicar la tradición.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.

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