Salud y Familia

Día de Todos los Santos: qué se celebra este día y por qué todos estamos llamados a la santidad

Esta solemnidad del Día de Todos los Santos fue instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos.

Día de todos los santos todos estamos llamados a la santidad

Cada 1 de noviembre la iglesia católica celebra el Día de Todos los Santos. (Foto Prensa Libre: pexels/ ron-lach)

La solemnidad que se celebra el 1 de noviembre fue instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos, y según Urbano IV fue para compensar cualquier deficiencia en la celebración de las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles, explica la Enciclopedia Católica Online.

Este día recuerda a todas las personas que ya están en la presencia de Dios, indica el padre Severino Bettega y hace referencia a lo que dijo el papa Francisco acerca de que: “Todos somos llamados a la santidad”.

En este día se rinde homenaje a los cristianos que después de toda una vida  son un modelo de Jesucristo.

El papa Francisco publicó este 1 de noviembre en X (Twitter): La #santidad es un don de Dios que hemos recibido en el Bautismo: si lo dejamos crecer, puede cambiar completamente nuestra vida, iluminándola con la alegría del Evangelio.  La santidad es un don que se ofrece a todos para tener una vida feliz.

San Juan Pablo II en 1980 dijo: “Hoy nosotros estamos inmersos con el espíritu entre esta muchedumbre innumerable de santos, de salvados, los cuales a partir del justo Abel, hasta el que quizá está muriendo en este momento en alguna parte del mundo, nos rodean, nos animan y cantan todos juntos un poderoso himno de gloria”, según publica Aciprensa.

El origen del Día de Todos los Santos

Los orígenes de esta celebración datan del siglo IV, cuando el número de mártires de la iglesia llegó a ser tal que era imposible destinar cada día del año para recordar a un solo mártir.

Fue entonces que la iglesia optó por hacer una celebración conjunta para honrar a todos los que habían alcanzado el cielo.

Cuando el papa Bonifacio IV en mayo del año 610 dedicó el Panteón romano al culto cristiano, consagró el nuevo templo a la Bienaventurada Madre de Dios y a todos los mártires, entonces quedó fijada la fecha cada 13 de mayo.

Más tarde, el papa Gregorio IV, en el siglo VII, trasladó la celebración al primer día de noviembre.

Probablemente lo hizo para contrarestrar la fiesta pagana Smhain o año nuevo celta que se celebraba la noche del 31 de octubre.

 

ESCRITO POR:

Lucrecia Choy

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de bienestar y cultura con más de 20 años de experiencia. Reportera del Año del área de Revistas y Suplementos en 1999.