Salud y Familia

Día Mundial sin Tabaco 2019: Testimonios y consejos para dejar de fumar

Tres historias de guatemaltecos que nos cuentan cómo fue dejar el cigarrillo. La decisión llegó y cada uno encontró su propia forma de alejarse de él y su cuerpo empezó a cambiar, así como sus metas de vida. Una tema con el que también nos unimos a la celebración mundial del Día Mundial sin Tabaco 2019.

(Foto Prensa Libre: Shutterstock)

(Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Un cambio de rumbo siempre quiere de decisiones y un encuentro personal sobre los nuevos caminos a tomar.  Dejar el cigarrillo es una de esas decisiones que marcan un antes y un después, a veces llega de un solo y otras es paulatina.

¿Por qué  fumar y por qué dejarlo?   Las razones son múltiples, los beneficios de alejarse de este hábito también y tres guatemaltecos nos cuentan más de cómo ha sido este proceso de vida.

Entre adicciones

Byron E. vivía entre alcohol e intensificaba la sensación de la bebida cuando fumaba. Aunque el primer cigarrillo llegó antes que la bebida, apenas a los 12 años.

En su recuento de vida encontró que su llegada a este mundo de los ceniceros y el humo fue por imitación.  En su adolescencia incluso tenía su propio programa de inducción para enseñarle a sus amigos más cercanos a fumar.

Habían pasado tres años de su encuentro con el cigarrillo cuando empezó a beber, así que la vida fue en ese camino de ahí en adelante.

Byron E. pasó por diferentes crisis y momentos en que intentó abandonar un círculo de adicciones entre bebida y cigarrillo. (Imagen ilustrativa) (Foto Prensa Libre: Servicios).

A los 30 años era un empresario, casado y con una hija, pero en un momento quedó solo con su negocio y lo descubrió en un momento de sobriedad.  El matrimonio ya había terminado por el alcoholismo que iba al lado de su cajetilla diaria de cigarrillos.

A esta edad también decidió empezar a tener un nuevo giro y el deporte le ayudó, así que se volvió triatlonista (nadar, correr y montar bicicleta).  Sentía que el cigarrillo no le gustaba tanto, que disminuía su capacidad de rendimiento físico y empezó a tener los primeros intentos por dejarlo.  Sin embargo, el lcoholismo hacía que volviera a él, una y otra vez.

Todos los fines de semana tomaba y las crisis se volvieron más fuertes, al punto de pasar semanas bebiendo donde pocas veces se negó a recibir un cigarrillo.

Un día decidió que no fumaría más y así lo hizo.  Sus primeras 24 horas sin una de sus adicciones y el principio de otra vida.

Con la bebida el proceso fue distinto y más largo porque pasó una década más.  Visitas al psicólogo, a la iglesia y a otros métodos hasta que llegó a Alcohólicos Anónimos y ahora acumula cinco años libre de fumar y beber. El método que incluye 12 pasos y convivir con otras historias de éxito fue suficiente.

“No  hay nada que necesitemos para vivir que no esté dentro de nuestro cuerpo”, dice, convencido que ahora retomó su vida, tiene una nueva familia en la que recuperó la comunicación con su primera hija, una empresa próspera y otras nuevas metas que siempre incluyen el deporte.

Una noticia inesperada

Lucrecia fumó 37 años.   Llegó a acumular en su día 2 cajetillas diarias, cerca de 40 cigarrillos diarios.  Comenzó a los 15 y como casa también fumaban siguió su avanzando en la adicción.

Siempre decía que quería dejar de fumar.  Una sola vez logró hacerlo por casi un mes, después de un procedimiento quirúrgico.  “Si uno quiere dejar de fumar debe hacerlo de una vez, no aceptar ni un solo jalón más porque vuelve a hacerlo”, y por esa razón su primer intento se vio frustrado.

La decisión llegó en un momento muy difícil, en una crisis económica, emocional y financiera.

El viernes 29 de enero de 2016 el médico le dio la noticia que su mamá estaba enferma y había ruptura de vasos sanguíneos.  El diagnóstico hacía pensar que era porque la madre también fumaba.

El sábado 30, compró sus cigarrillos.  Los necesitaba y pasó el día con su rutina habitual.  A las 6 de la tarde del domingo 31 decidió que no era posible seguir haciéndolo y así fue, apagó el último y ahora lleva tres años sin este hábito.

“No sabría definir los niveles de ansiedad que pasé por esa decisión”, dice.   Compró manías que comió compulsivamente los primeros días y también se sintió deprimida.

En lo personal cree que no existen parches, pastillas o cigarrillos electrónicos que puedan ayudar.  Define su decisión a la voluntad de querer un cambio.

Ir por etapas

María, negoció no denunciar una travesura de su hermana a cambio de que le enseñara a fumar.  Tenía 12 años entonces.

Ese fue el pase para entrar al grupo de amigos de sus hermanos que tenía entre 17 y 19 años y que fumaban a escondidas.

En el 2017, a sus 50 años un examen médico encontró sacos de aire en los pulmones, que podría ser el comienzo de una enfermedad que los lleva a colapsar, así que puso en jaque a las dos cajetillas diarias que consumía.

Para María los vaporizadores han sido una solución para abandonar el cigarrillo. (Foto Prensa Libre: Servicios).

Se asustó demasiado y tomó la decisión de alejarse del cigarrillo.   Compró dos vaparizadores y cargas con 2% de nicotina, así pasó dos semanas hasta que empezó a inhalar sin nicotina para abandonar el fumar.

En ese proceso tuvo cambios de humor y subió 22 libras.  Ahora después de ese momento le ha cambiado la textura de la piel, duerme mejor, su ropa ya no huele a cigarrillo y no está tan ansiosa.  También buscó ayuda orientación para bajar de peso y ha bajado más de 30 libras.

Incluyó el ejercicio que ahora es también una necesidad.

Una salida distinta para todos

El exfumador  debe estar  consciente que cualquiera que sea su proceso va a traer un cambio para enfrentar.  Abandonar este hábito ha presentado desde depresiones, sudoración, dificultad para dormir, palpitaciones, nerviosismo, entre otra serie de síntomas que solo indican al cuerpo empezando su proceso de recuperación.

Una etapa que al pasarla también traerá y en mayor intensidad otros beneficios y una nueva forma de ver su propia historia.

El médico Juan Pablo Maselli,  especialista en alergia e inmunología del Centro del Asma, comenta que actualmente la población tiene un poco más de conciencia de los peligros del humo del cigarrillo.  Aunque la llegada de los jóvenes y adolescentes sigue siendo una constante, existe evidencia que el 38% empieza a fumar entre los 12 y 16 años y un 37 %antes de los 12, agrega el profesional.

Es importante recordar que el  humo del tabaco contiene más de 4 mil  productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer, según reporte de la Organización Mundial de la Salud.

Maselli también agrega que cuando se decide dejar de fumar también busquen el aspecto emocional y encuentren el por qué lo están haciendo.   Él ha visto en su clínica que quienes más éxito son quienes lo hacen en una decisión drástica sin utilizar apoyos como parches y otros elementos.

Fumar no solo afecta al paciente sino  a quienes le rodean, agrega el experto.  El humo de segunda mano se asocia con el asma bronquial en niños en casa con fumadores, aunque ellos no fumen dentro del hogar.

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ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.