Los guisantes, maíz, habas, espárragos, zanahorias, champiñones, aceitunas, espinacas y demás alimentos se pueden encontrar envasados en los supermercados.
Las ventajas más destacadas de consumir verduras en conserva es la rapidez con la que se puede obtener un plato sano que preserva todas sus propiedades nutritivas y gustativas.
Las conservas suponen una buena oportunidad de consumir productos de estación en cualquier época del año. Son fáciles de guardar en cualquier sitio y no se echan a perder a corto plazo, aunque hay que prestar atención a la fecha de caducidad que se describe en el envase.
Procedimiento para conservar cebollas:
Elegir cebollas pequeñas y si son grandes hay que cortarlas en cuatro trozos. En una cacerola colocar agua con unas cucharadas de vinagre de manzana o alcohol, cuatro granos de pimienta negra enteros y otros dos molidos.
Dejar hervir todo durante tres minutos. Dejar enfriar dentro de la cacerola. Cuando los ingredientes estén fríos incorporar todo a un frasco de vidrio sin eliminar el agua en la cual se ha cocinado todo. Colocar un poco de aceite y tapar. Las cebollas pueden permanecer en esta conserva durante un mes.
Proceso para conservar pimientos:
Quitarle la piel a los pimientos y asarlos. Cortarlos en tiras y agregar algunos ajos. Colocar en un frasco con mucho aceite de oliva ya que los pimientos deben estar siempre cubiertos y sin tomar contacto con el aire.
Conserva de zanahorias:
Lavar y raspar un kilo de zanahorias. Colocarlas en una cacerola con agua y agregar dos cucharadas de sal. Hervir durante tres minutos.
Hervir en otro recipiente medio litro de vinagre de sidra, agregar dos cucharadas de sal. Dejar enfriar. Poner las zanahorias en frascos y cubrir con la mezcla de vinagre.
Dejar reposar durante una semana en un lugar seco. Una vez que pasen los siete días, sacar el líquido y hervir durante cinco minutos. Rellenar los frascos nuevamente con el líquido y las zanahorias. Añadir un vaso de vino blanco y un poco de cilantro.
Berenjenas en escabeche:
Lavar dos kilos de berenjenas y cortarlas en rodaja. Sumergirlas en agua con sal durante una hora. Escurrir y secar. Colocar en una sartén con un poco de aceite y freírlas hasta que estén doradas. Hervir a fuego lento 300 cl. de agua y 200 cl. de vinagre. Retirar y enfriar.
Los tarros a utilizar deben ser de boca ancha. Colocar dentro las berenjenas y granos de sal. Añadir una cucharada de tomillo, una cucharada de romero y una pizca de pimentón. Las berenjenas deben quedar cubiertas con vinagre.
Consejos antes de comenzar a elaborar conservas
· Lavar correctamente los alimentos
· Los frascos a utilizar deben estar esterilizados y el cierre debe ser hermético. Para lograr limpiar correctamente los recipientes, hay que colocarlos en una cacerola con agua abundante y cubrirlos hasta el cuello. Al agua se debe añadir sal. El tiempo que deben permanecer en el agua es de cuarenta minutos.