Uno de ellos, por ejemplo, es el relacionado con la cantidad de encuentros íntimos que se tienen. ¿Qué sucede si uno de los dos desea más acercamientos que el otro?
“Primero hay que tomar en cuenta que la satisfacción sexual no depende de la frecuencia, sino de la empatía que se genere durante el acto”, explicó ayer la educadora sexual Yosahandi Alcalá, durante El Consultorio, de www.prensalibre.com.
“El termómetro para medir la satisfacción radica en hablar sobre cómo nos sentimos en la intimidad. También es importante observar el comportamiento del otro al siguiente día, para determinar si sigue igual de cariñoso o se distancia. Esto es un buen indicador”, dijo Alcalá, y agregó que los estereotipos sociales dificultan hablar libremente sobre sexualidad, a fin de expresar el agrado o disgusto. Una buena técnica es utilizar la comunicación digital o mandar el link de una entrevista sobre el tema y preguntar a la pareja qué opina.
De acuerdo con Alcalá, si la pareja fue tímida durante el noviazgo, es probable que su conducta sea similar durante el matrimonio, por lo que no es sano reprochar que tenga poco deseo sexual. Tampoco es bueno que la frecuencia de las relaciones sexuales disminuya drásticamente.
Lo ideal es encontrar un equilibrio, puesto que encender la llama de la pasión es un juego de dos, es responsabilidad de ambos, añadió.
expectativas
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta una pareja son las expectativas que se tienen sobre las relaciones íntimas. “Lo ideal es que se hable al inicio de la relación cómo será este aspecto”, dijo Alcalá.
La educadora sexual aconsejó que individualmente se haga un análisis sobre la desnudez, el deseo y la autoimagen, así como la disponibilidad para satisfacer al otro en sus peticiones y deseos. “Luego, compartirlo con la pareja, a fin de encontrar un punto medio que permita alcanzar plenitud”, agregó la sexóloga.
La solución a cualquier conflicto depende de la madurez de la pareja, el tiempo que llevan juntos, sus intereses y prioridades.
Causas
Existen varios factores que provocan la disminución del deseo sexual en hombres y mujeres.
- Estrés. Este provoca centrar la atención en la resolución de los problemas y se deja a un lado la intimidad.
- Falta de tiempo. Algunos prefieren dedicarse a otras tareas y no dan espacio para la intimidad.
- Diferentes ocupaciones. Si hay hijos, regularmente la mujer se dedica a ellos en todo momento y raras veces delega responsabilidades a su pareja. El tiempo y obligaciones compartidas ayudará a la pareja.
- Comunicación escasa o nula. Las parejas deben hablar sobre lo que les satisface en la intimidad, pero también de lo que les disgusta.
- Poca sinceridad. A veces el problema no es falta de comunicación, sino de confianza para expresarle al otro los deseos.
- No hay estadísticas que señalen las causas de la disminución del deseo sexual para hombres y mujeres, ya que los problemas los afectan por igual.
Recomendaciones
- Las parejas deben buscar lecturas sobre sexualidad.
- Cada uno debe asumir su parte de responsabilidad en la relación.
- Responder cuestionarios sobre intimidad.
- Platicar en pareja y exponer los aspectos que desagradan o deben mejorar.
- Si es difícil hablar de temas sexuales, es bueno buscar ayuda de un psicólogo, educador sexual o consejero matrimonial.
- Si se sospecha que la disminución de la libido se relaciona con problemas físicos, se debe asistir con un urólogo —hombres— o ginecólogo —mujeres— para descartar problemas hormonales. Si el asunto es emocional, un terapista será de gran ayuda.