Salud y Familia

Etiqueta en la mesa: cómo comportarse mientras come

El montaje para una comida especial y el comportamiento en ella habla de la personalidad y de la educación del anfitrión y de los invitados.

“A la gente se le conoce en la mesa”. Es un dicho popular muy acertado, pues es en esta donde se pone de manifiesto los buenos modales del anfitrión y de los invitados.

Según Pilar Cosentino, en su libro Gozar la vida y mejorar la imagen, es en torno a la mesa donde tiene lugar la mayoría de los acontecimientos sociales (reuniones familiares o de trabajo). Es uno de los espacios más íntimos de la casa y en el cual se recibe a las personas que se han ganado nuestro afecto. Razón de más para poner especial cuidado en crear la atmósfera apropiada para disfrutar de un momento agradable y, claro, de deliciosos platillos.

Todo en su lugar

Se dice que el anfitrión es el rey de la fiesta, pero también quien tiene sobre sus hombros la responsabilidad de cuidar cada detalle para que sus invitados se sientan como en casa, dice Elvira José de Prera, experta en protocolo y etiqueta.

Hay que ocuparse de seleccionar bien a los invitados y avisarles con antelación, planificar el menú, y muy importante: encargarse de vestir la mesa. En este punto hay que asegurarse de elegir la “lencería” (manteles y servilletas) apropiada, así como la cristalería, loza y cubertería acorde a la comida y las bebidas que se servirán, sugiere Rosario Tzay, instructora de etiqueta y protocolo del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap).

En una reunión formal, en el espacio de cada comensal hay que colocar un plato de servicio, irá al borde de la mesa y debajo de la vajilla durante toda la comida.

La loza incluirá platos para pan, entrada, sopa, platillo principal y postre. Como parte de la cubertería se colocará cuchara para la sopa, si es que se contempla en el menú, tenedores y cuchillos para ensalada y carnes, y cubiertos para el postre.

Las copas son parte de la cristalería. Se debe poner tanto para agua como para el vino (de claro a tinto).

Cada elemento tiene su lugar en la mesa: lo sólido (pan y mantequilla) va del lado izquierdo, mientas que lo líquido (bebidas) en el derecho.

Los manteles tienen que estar limpios, sin machas y planchados, al igual que las servilletas, una por cada comensal y sobre el plato de servicio o a un lado.

Hay distintas clases de servicio y que darán la pauta de cómo utilizar la lencería. En el francés, ruso e inglés el mantel es largo, mientras que en el americano, corto o con individuales.

El color varía según la hora de la recepción. Tzay menciona que a partir de las 17 horas puede usarse tonos brillantes.

Es necesario que el anfitrión supervise todos los elementos que se colocarán en la mesa: deben estar en perfecto estado y ser iguales para cada invitado. Sin embargo, más allá de vestir la mesa, es necesario procurar un ambiente agradable con buena actitud, una conversación que sea amena y la música, si la hay, que sea del agrado de los invitados.

¡Hora de comer!

Saber comportarse en la mesa refleja buena educación y habla de la personalidad del comensal. Al momento de pasar a la mesa, el invitado debe tomar en cuenta que su espacio abarca lo que ocupan sus brazos puestos en línea recta sobre esta.

La señal para comenzar a comer es que todos los invitados tengan el primer plato frente a ellos, el cual debe ser servido una hora después de pactada la cita. El anfitrión es el responsable de que así sea. Decir “buen provecho” a antes de dar el primer bocado es una costumbre guatemalteca que debe conservarse, indica Tzay.

Hablar con la boca llena no está permitido, pero no significa que se evite conversar en medio de la comida, al contrario. El tema tiene que ser ameno y que no cause malestar entre los comensales.

Tanto el anfitrión como los invitados deben dar lo mejor de sí, pues Tzay menciona que parte de la etiqueta es el pensamiento “yo muero para hacerte sentir bien y que tengas ganas de volver a estar conmigo”.

El buen comportamiento en la mesa se aprende en casa, y De Prera dice que a partir de los 4 años los niños pueden adquirir los buenos hábitos. El ejemplo de los padres es importante.

¿Qué está permitido?

Al momento de pasar a la mesa tome en cuenta:

  • Siéntese en el lugar que le hayan asignado.
  • En una comida formal es normal que se coloquen varios cubiertos, uno por cada platillo, así que debe utilizar primero los que estén más alejados del plato y continuar con los siguientes, de afuera hacia adentro.
  • Por cortesía con el anfitrión no se debe pedir más cubiertos de los que están en la mesa.
  • Los cubiertos se tienen en la mano solos mientras se están usando. Al finalizar de comer hay que dejarlos juntos dentro del plato, en trasversal, del lado derecho.
  • Es permitido decir “no, gracias” si algún platillo no es de su agrado, pero si usted se lo sirve la etiqueta dicta que hay que comerlo.
  • Si encuentra un cabello en la comida, no haga un escándalo. Sin llamar la atención sepárelo y colóquelo lo más pegado a usted dentro del plato.
  • Al masticar algo que no le gusta, discretamente limpie su boca y coloque el bocado en una servilleta de papel, dóblela y póngala debajo del plato.
  • Está permitido comerse todo lo que le sirvan, pero nunca limpie el plato con un trozo de pan.
  • Al comer pan o tortilla, pellizque con los dedos un trozo y coma.
  • Si tose o estornuda, tápese la boca con el antebrazo.
  • Si tiene comida entre los dientes, cubra su boca con la servilleta mientras los limpia con la lengua. Queda prohibido usar palillos.
  • Es mal visto que se levante para ir al baño.
  • Acostúmbrese a decir “gracias” cada vez que le sirvan un alimento.

 Queda prohibido

  • Como se comporta en la mesa dice mucho de su educación, por ello evite:
  • Ser impuntual.
  • Poner los codos sobre la mesa. Es básico, al igual que sentarse de primero.
  • Hacer ruido al comer o con los utensilios de la mesa. El único sonido que debe escucharse es el de las voces.
  • Colocar los cubiertos al borde del plato como si fueran remos. Deben descansar dentro del plato.
  • Hacer gestos con los cubiertos en las manos mientras se conversa.
  • Llevar a la boca trozos de comida demasiado grandes o abrirla la boca antes de que el tenedor llegue.
  • Pedir sal o pimienta puede resultar una ofensa para el anfitrión.
  • Reír cuando se comete un error en la mesa evidenciará la falta; es mejor continuar con normalidad.
  • Jugar con los alimentos cuando no apetece comerlos. Es prudente dejar el platillo intacto.
  • Tomar el pan entero y llevarlo a la boca.
  • Soplar la comida para enfriarla.
  • Volcar el plato de sopa para terminarla.
  • Usar la servilleta como babero. Esta debe colocarse en el regazo.
  • Levantar algún utensilio que se haya caído al suelo y volver a usarlo.
  • A la hora del café, remojar el pan dulce dentro de la taza (costumbre guatemalteca). Está permitido si es pan tostado.
  • No respetar cuando el comensal diga “no, gracias” y servirle comida contra su voluntad.
  • Tratar en la mesa temas como religión, política, deporte, deudas y asuntos personales, porque puede volver tenso el ambiente.

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