ViaCyte y el grupo de Johnson & Johnson Janssen BetaLogics indicaron el jueves que acordaron combinar sus conocimientos y cientos de patentes para su investigación a través de ViaCyte, centrado en medicina regenerativa.
La terapia implica inducir células madre embrionarias para convertirlas en células que producen insulina, en una pequeña cápsula que se implanta bajo la piel. La cápsula protege a las células del sistema inmune, que de otro modo las atacaría como invasoras. Este bloqueo ha acelerado otros proyectos de investigación.
La empresa empezó la primera ronda de pruebas en pacientes hace un año implantamdo su producto, llamado VC-01, en una docena de personas con diabetes de tipo 1, dijo Paul Laikind, director ejecutivo y presidente directivo de ViaCyte. Los individuos recibían una pequeña cantidad de células productoras de insulina en sus dispositivos, y se les vigilará de cerca durante dos años para analizar la producción de insulina y otros efectos.
Después de 12 semanas, el dispositivo se había adosado de manera adecuada a los vasos sanguíneos cercanos, sus nuevas células productoras de insulina seguían su multiplicación y no se identificaron efectos secundarios.
Debido a la cápsula protectora, que es plana y más pequeña que una tarjeta de visita, el dispositivo puede retirarse de inmediato para evitar daños al paciente si algo va mal.
Si tiene éxito, el producto podría estar disponible dentro de varios años para los pacientes de diabetes tipo 1, y con el tiempo también podría tratar a quienes padecen la de tipo 2, que utilizan insulina. “Esta podría ser la buena”, dijo el doctor Tom Donner, director del centro de diabetes en la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins. “Es como fabricar un nuevo páncreas que fabrica todas las hormonas necesarias para controlar el azúcar en sangre”, añadió.
Donner, que no participa en el estudio, dijo que si el dispositivo proporciona a los pacientes niveles normales de insulina, “va a impedir que millones de diabéticos sufran peligrosas complicaciones” .
Qué es la diabetes tipo 1
Las personas con diabetes de tipo 1 ya no producen insulina, la hormona que convierte en energía el azúcar en sangre, porque su sistema inmune ha eliminado las células beta en el páncreas. Esas células fabrican insulina en respuesta a la subida de los niveles de azúcar en sangre después de una comida.
Sin un tratamiento efectivo, los diabéticos sufren complicaciones graves como ceguera, fallo renal, problemas cardiacos, amputaciones e incluso muerte prematura. Por otro lado, demasiada insulina puede suponer un nivel de azúcar muy bajo que puede causar la muerte a los pacientes, en especial niños pequeños.
Según la Asociación de Diabetes de Estados Unidos, unos 29.1 millones de estadounidenses padecen esta enfermedad, incluidos 1.25 millones con diabetes del tipo 1. La cantidad de personas con esa variante, o dependientes de la insulina, crece de forma continuada.
Mientras tanto, la cantidad de pacientes con diabetes de tipo 2, cuyo organismo fabrica insulina pero no la utiliza de forma eficiente, aumenta de forma exponencial debido a la epidemia global de obesidad y estilo de vida sedentario.
Muchos pacientes no pueden mantener bajo control este desorden hormonal, porque el tratamiento es agotador, requiere una dieta estricta, ejercicio frecuente, varias inyecciones diarias de insulina y otros fármacos.