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Para Alejandro, de 30 años, beber dos litros de agua al día siempre fue un suplicio y casi nunca lograba ingerir esa cantidad de líquido. “Yo sabía que era importante, pero prefería tomar gaseosas o jugos”, cuenta el diseñador gráfico, quien agrega que en el 2017 decidió sumarse a un reto de un mes que vio en Twitter.
El desafío consistía en tomar solo agua durante los 31 días que dura mayo. “Sin saber si lo lograría o sin imaginarme a qué me metía, quise hacer ese challenge”, recuerda Alejandro. Las reglas del reto eran simples: las personas podían comer normal y no tenían que hacer cambios en sus actividades; lo único que no estaba permitido era beber algún otro líquido que no fuera agua.
Consideraciones
Para la nutricionista Iris García, estos desafíos se están volviendo muy populares en redes sociales y sus beneficios son a corto o largo plazo. “Pueden ser algo positivo para empezar a cambiar algún hábito”, dice.
Pero antes de decidir realizar un challenge, la experta sugiere hacer un balance para determinar que no pondremos en riesgo nuestra salud. “Es muy sencillo. Los desafíos extremistas, es decir, aquellos que nos piden eliminar por completo un alimento o grupo de alimentos, no son sanos. Además, las embarazadas o los pacientes con alguna enfermedad, como diabetes, deben abstenerse de estos”, aclara García.
Por ejemplo, Alejandro hizo un reto muy prohibitivo, porque tampoco le permitía beber té, café o jugos naturales, los cuales no son malos si se toman con medida. “Los primeros días fueron bastante difíciles, porque no estaba acostumbrado a tomar agua, pero, conforme pasó el tiempo, me fui adaptando al reto y no tuve problema con terminarlo”, enfatiza.
A criterio de Alejandro, ese fue el punto de partida para comenzar un hábito que ya ha durado más de dos años. “A partir de mayo de 2017 he podido tomar dos litros de agua al día y mi cuerpo lo agradece”, afirma.
Los retos de beber más agua pura, consumir más frutas o reducir la cantidad de carne roja no son malos, porque nos ayudan depurar nuestro organismo. Sin embargo, Mariela Avendaño, nutricionista y coach, dice que hay que buscar asesoría médica cuando queremos hacer cambios más extremos, pues podemos descompensarnos o alterar nuestro metabolismo.
Testimonio de una experta
La nutricionista García quiso probar qué pasaba en su cuerpo si hacía un challenge de este tipo y decidió eliminar por 30 días el azúcar procesado; es decir, se quitó el azúcar de mesa y dejó de consumir postres y harinas. “El reto no fue radical, porque sí incluí pastas integrales”, aclara.
Para la experta, que está acostumbrada a llevar una dieta saludable, lo más difícil fue el aspecto social, ya que, según dice, los alimentos son parte de la convivencia. “Asistí a fiestas y no tomé bebidas alcohólicas, no comí pastel y me tocó restringir ciertas comidas. Es importante que cuando hagamos estos desafíos tengamos en cuenta hasta dónde podemos llegar”, aconseja García.
Asimismo, la nutricionista aconseja llevar un control sobre nuestros cambios. Por ejemplo, ella hizo el reto al pie de la letra durante los primeros 20 días, pero luego empezó a incluir pequeñas cantidades de azúcares refinados y arroz blanco porque estaba perdiendo peso y ese no era su objetivo. “Yo quería determinar si, a raíz de ese cambio, empezaba a tener más energía o dormía mejor. De hecho, sentí más vitalidad al momento de hacer ejercicio”, puntualiza.
Actualmente hay muchos retos cortos que se ponen de moda en redes sociales. Si usted quiere sumarse a uno, hágalo, pero consulte con un experto sobre cuál es la mejor manera de llevarlos a cabo.
Preguntas y respuestas
Mariela Avendaño, nutricionista y coach, responde a algunas dudas sobre los retos de corta duración.
- ¿Realmente nos ayudan a modificar hábitos? No necesariamente. Los challenges se están volviendo populares y hay personas que, luego de hacer un desafío, los transforman en un hábito de vida, pero no siempre es así. En algunos casos solo es algo temporal.
- ¿Son inofensivos? Tienen que ver mucho las reglas y la manera en la que llevamos el reto. Por ejemplo, es inofensivo si el desafío es no ponerle azúcar al café o evitar la sal de mesa. Sin embargo, puede ser riesgoso si el challenge consiste en eliminar todas las fuentes de carbohidratos, pues son nutrientes necesarios para nuestro organismo.
- ¿Se necesita supervisión de un nutricionista? No es una regla, pero nunca está demás consultar con un experto en nutrición. Eso nos dará certeza de que no vamos a poner en riesgo nuestra salud.
- ¿Quiénes pueden hacerlo? Este tipo de retos están diseñados para las personas mayores de edad que no tienen ninguna condición médica. Deben evitarlos los niños, las embarazadas, los adultos mayores y quienes padezcan cualquier enfermedad crónica.
La fuerza de voluntad y el éxito
El psicólogo Waldemar Ortiz ofrece consejos para fomentar la fuerza de voluntad y concluir con éxito los retos que nos ayudarán a modificar hábitos.
- El primer paso es analizar las motivaciones. Es decir, se deben responder a las siguientes preguntas: ¿cuál es mi motivación para hacerlo y cuál es el objetivo que quiero alcanzar?
- Cualquier desafío que implique modificaciones en nuestro estilo de vida debe hacerse de manera paulatina. Es un error modificar hábitos de un día para otro. Lo ideal es empezar con pequeños cambios e ir aumentando su complicación día con día. Por ejemplo, si mi objetivo es hacer ejercicio, los primeros días la actividad física debe ser moderada y luego se irá aumentando la intensidad.
- Los retos que se vinculan con la alimentación van más allá de la comida, sino de lo que esta significa para nosotros. Por ejemplo, muchas personas consumen alimentos dulces como un premio. “Dejar cierto tipo de alimentos se complica cuando descubrimos que hay un factor emocional. En ese caso, hay que trabajar la parte alimenticia y la psicológica”, asegura Ortiz.
- Dicen que un hábito se adquiere si lo repetimos 21 días seguidos, pero Ortiz asegura que esto dependerá de la persona y su fuerza de voluntad. Para volverlo permanente, lo ideal es recordar siempre la motivación inicial.
Recomendaciones
Los expertos consultados ofrecen consejos para saber si el reto que queremos realizar es viable.
- La nutricionista Iris García dice que lo importante es determinar si la meta es realista, sostenible y medible. Es decir, debe tener un tiempo determinado y tenemos que poder controlarlo, pero, sobre todo, necesitamos comprobar cuáles fueron sus resultados y beneficios.
- Mariela Avendaño, nutricionista y coach, sugiere no dejarse llevar por las modas. Si nuestros amigos nos invitan a realizar un desafío y no nos sentimos identificados con él, lo mejor es decir que no. “El éxito de un challenge dependerá del grado de identificación y compromiso que encontremos en él”, comenta.
- Para el psicólogo Waldemar Ortiz, lo fundamental es conocer nuestros límites. Es decir, tenemos que saber cuándo es momento de finalizarlo. “Si el reto dura 30 días, pero a la segunda semana, en lugar de sentirme mejor, me siento estresado, molesto y con presiones, lo mejor es dejarlo, aprender de la experiencia y, si es posible, intentarlo en otra ocasión”, concluye.
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