Se recomiendan algunos trucos que pueden resultar efectivos. Se sugiere que los padres se inventen una canción, en la cual se enumeren las prendas y se las coloquen al mismo tiempo que los menores. De este modo, el pequeño imitará al padre o a la madre y tendrá el incentivo de hacerlo juntos. Hay que procurar que sea entretenido y no darle mucha opción a resistirse.
También se puede medir el tiempo que tarda en vestirse y animarlo a batir su propio récord. Se puede crear el personaje que representa a otro niño que se viste en otro lado de la ciudad, que es muy rápido y con el que está compitiendo. Otra alternativa es jugar a los bomberos: vestirse muy rápido para apagar un incendio.
No hay que olvidar elogiar la rapidez y premiarlo con frases: “Como estás siendo tan veloz, nos dará tiempo de contar un cuento de camino al colegio”, o “eres el más veloz de la familia”.