Salud y Familia

Qué nos enseña el perdón y cómo podemos entenderlo mejor

Poner en práctica el perdón puede entenderse como una acción movilizadora que podría llevar al autoconocimiento y la sanación.

Qué nos enseña el perdón y cómo podemos entenderlo mejor

El perdón procura una especie de catapulta para la madurez y la regeneración emocional. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

“Por supuesto que te haré daño. Por supuesto que me harás daño. Por supuesto que nos haremos daño el uno al otro. Pero esta es la condición misma de la existencia”. Así reza uno de los diálogos más recordados de El Principito, un libro en el que su autor Antoine de Saint-Exupéry expone la naturaleza de la complejidad humana alrededor de las relaciones.

En esta frase el dolor emerge como una preocupación que nos lleva a recordar cómo los vínculos interpersonales -cercanos o no- pueden estar marcados por roces, problemas o discrepancias que incluso lleven a herir a alguna de las partes involucradas.

“El dolor forma parte de la vida, lo experimentamos desde que nacemos, desde que sentimos hambre o frío“, explica la psiquiatra Amanda Terraza, quien sostiene que las heridas pueden quedarse incrustadas tanto en la memoria como en el cuerpo.

Terraza señala que el dolor emocional también puede causar alteraciones biológicas que van desde la elevación de neurotransmisores como la adrenalina, así como podría incrementar los niveles de hormonas de estrés como el cortisol.

Más allá de los detonantes fisiológicos referidos al dolor, se debe hablar también de las heridas emocionales provocadas por algo que alguien decidió y que repercutió en otra persona.

“Todo lo que nos lastima es válido y es importante identificarlo. Si para mí algo fue ofensivo, así será. La razón por la cual las cosas nos afectan o nos lastiman tiene que ver siempre con la validez de nuestras propias vivencias“, asegura la doctora Terraza.

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El dolor es una experiencia que puede heredarse. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Frente a esta idea, la psicóloga Silvia Cordón comparte otra mirada que supone la profundidad del dolor. De acuerdo con la especialista, las huellas emocionales y el daño ocasionado por otras personas pueden depender de la interpretación de quien fue lastimado, así como de la intención del ofensor.

Las personas pueden cometer actos que aparentemente son injustos hacia nosotros o que duelen y llegan a lastimarnos, sin embargo, a nivel de cómo interpretamos estas acciones, debemos analizar si verdaderamente estos efectos nos llegan a doler o buscaban lastimarnos“, comenta la psicóloga.

De cara a este panorama parece necesario matizar un concepto como el perdón y las posibilidades que este implica.

Cómo funciona el perdón

Según apunta la doctora Terraza, el perdón no es un sentimiento, sino que se trata de una capacidad que conlleva o que involucra una decisión. La psiquiatra enfatiza que, para que exista el perdón debe existir un daño o una ofensa.

El perdón es aceptar el daño y soltarlo para que no siga doliendo. Perdonar es lo contrario al rencor o al resentimiento, que consisten en seguir llevando el dolor que provocó algo del pasado”, agrega Amanda Terraza.

Qué nos enseña el perdón y cómo podemos entenderlo mejor
La razón por la cual las cosas nos afectan o nos lastiman tiene que ver siempre con la validez de nuestras propias vivencias. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La psicóloga Silvia Cordón explica que a través del perdón se gestionan niveles de pensamiento que permiten elegir y otorgar esta respuesta, aún cuando la parte ofensora no la pide.

“Es algo que implica una acción en cada persona, aunque no sea una algo tangible. Esto permite dar un paso adelante, impulsado por una decisión que se toma desde adentro“, expresa la especialista.

Cordón también comparte que el hecho de perdonar está ligado a una exploración de las huellas emocionales que van quedando incrustadas en la memoria celular incluso desde los primeros años de vida.

De acuerdo con Amanda Terraza, el decidir perdonar las heridas que van sumándose en la historia personal significa “dejar de sentir el dolor“, por lo que esto también pone a prueba la resistencia emocional. 

“El dolor de una herida emocional nos sirve, primero como experiencia de vida, y segundo, porque pone a prueba la resiliencia, que es la capacidad de aprender y crecer”, añade Terraza.

Importancia y aprendizajes del perdón

Silvia Cordón comenta que, más allá de cuestionar por qué ocurre el dolor, es importante rastrear nuevas perspectivas del mismo. “Podemos preguntarnos cuáles son las lecciones que se esconden detrás de esa ofensa, abuso o situación que dura”, explica la psicóloga.

La especialista también comenta que es necesario re-significar toda herida, más allá de pensar por qué nos ocurre.

“Si logramos hacer esa interiorización emocional, esas heridas y esos eventos ofensivos pueden catapultarnos: Nos permitirán sanar y madurar emocionalmente, así como liberar el ego. Muchos de los temas sobre el perdón están asociados a un ego donde las personas no dan su brazo a torcer”, enfatiza la experta en salud mental.

Qué nos enseña el perdón y cómo podemos entenderlo mejor
El dolor de una herida emocional nos sirve, primero como experiencia de vida, y segundo, porque pone a prueba la resiliencia. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

A decir de la psiquiatra Amanda Terraza, este es un tema que no siempre es fácil de abordar. “La clave está en tomar la decisión, aunque obviamente debemos recordar que no es sencillo para muchas personas que no han podido nombrar su estado emocional“, argumenta.

¿Cómo empezar entonces por llevar a cabo la apertura hacia la sanación desde el perdón? De acuerdo con la psiquiatra Amanda Terraza, se puede lograr intentando apalabrar lo que se siente y piensa.

“Debemos atrevernos a expresar lo que nos lastima, no porque el otro tenga que entenderlo, aunque muchas veces puede ayudar si al otro realmente le interesa saber cómo nos sentimos respecto a algo, pues puede ayudar a mejorar la interacción y la comunicación en una relación”, asegura.

Asimismo, la psiquiatra comparte: “Los planteamientos que creo que todos nos debemos hacer para perdonar consisten primero en entender que el perdón no es para la otra persona, sino para un crecimiento personal“.

La psicóloga Silvia Cordón añade que, el acto de perdonar tiene beneficios como mejorar la salud física, mental y emocional, que liberaría cargas que pueden incluso trasladarse por generaciones siguientes.

La especialista también comparte que el perdón lleva a un acto en búsqueda de libertad propia. “Realmente si voy a decidir perdonar es en función mía, y en función de mi libertad emocional, en función de que yo crezca y también de vivir más plena y libre”, asegura.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.