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Recomendaciones para trabajar un liderazgo emocional persuasivo

Este modelo invita a que los líderes presten atención en las emociones que desencadenan sus objetivos frente a su colaboradores, así como la manera en que se puede abordar la relación con ellos.

El liderazgo se logra desde la conciliación.

El liderazgo emocional persuasivo propone llegar hasta la esencia de las personas que buscan un mismo objetivo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Una frase muy conocida dice que los líderes son aquellos que llevan a la gente donde nunca habrían ido solas. La expresión deja ver cuán importante es la figura que algunas personas asumen frente a otras en momentos que pueden ser cruciales tanto en ámbitos profesionales como interpersonales.

“El liderazgo es clave para la persona que lo ejerce, pero también para quienes la rodean” enfatiza el psicólogo Estuardo Valdés al referirse a este aspecto y su importancia en la mejoría de las relaciones humanas.

Cabe resaltar que el concepto “liderazgo” no está asociado exclusivamente a una relación laboral o corporativa, este puede abarcar áreas interpersonales. Radica en la forma en que una persona logra convencerse y convencer a otras de hacer algo en conjunto.

Por otro lado, el psicólogo Valdés, quien se ha especializado en temas de liderazgo y conducción de personas, señala que el liderazgo consiste en la habilidad para actuar frente a un grupo de personas influyendo, pero sobre todo aprendiendo desde las cualidades personales.  

Todos los seres humanos tenemos intencionalidad, misma que funciona para trazar nuestros objetivos.
Todas las personas pueden ser líderes. Todo depende de la manera en que transmitan sus objetivos e intenciones, dice Estuardo Valdés. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El reconocimiento personal de competencias puede abonar más en los vínculos diarios, puesto que al reconocer cada uno sus habilidades, cabe más la posibilidad de invitar a otros a potenciar las suyas, explica Valdés.

Para lograr lo anterior, las personas pueden basarse en un camino que Estuardo recomienda iniciar con el establecimiento de una visión -que fija un punto hacia el cual ir-, seguido por la realidad -en la que se reconocen las condiciones y posibilidades para lograr la meta en presente-, la energía -que denota el entusiasmo para realizar algo- y se complementa con la ética donde radica la intencionalidad.

Ese último concepto cobra gran importancia, ya que en él se basarán los mecanismos para liderar comenta Estuardo.

Transmitirlo desde las emociones

Alex Castillo, quien se ha dedicado a estudiar la Imagen pública durante los últimos años, señala que las intenciones están estrechamente relacionadas con el liderazgo, ya que para pretender liderar se debe aprender a llegar a la esencia de las intenciones y percepciones.

Es en ese aspecto que la imagen pública cobra importancia. Castillo la define como la percepción que comparte una o varias personas frente a alguien. Dicha percepción provocará un juicio de valor y motivará a tomar una conducta de rechazo o aceptación.

Para comprender cómo puede potenciarse el liderazgo con la imagen pública, el especialista consultado parte del hecho que las personas estamos mentalmente con un 80% de emocionalidad y 20% de racionabilidad.

“Si se pretende liderar, es necesario entonces estimular las emociones”, señala Castillo.

El experto sugiere a quienes está iniciando un proceso de liderazgo partir del balance mental compartido, para lograr un liderazgo emocional persuasivo.

La idea de este modelo surge de la manera en que los líderes perciben su realidad y la de los integrantes de una meta conjunta, a través de las emociones desencadenadas por ciertas decisiones, comenta Alex.

La transparencia es vital para lograr un buen diálogo con los miembros de un equipo.
Propiciar un diálogo transparente con los colaboradores por parte de los líderes es esencial para estar en sintonía durante la búsqueda de un mismo objetivo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Al comprender el estado emocional de los otros por parte del líder, habrá una mejoría en el lazo desde el cual se estén relacionando -ya sea laboral o interpersonal- puesto que ambos abarcan objetivos en común.

No obstante, es normal que existan fallas en el proceso de comunicación entre una y otra(s) parte(s). Muchas veces, el problema viene de las percepciones mal dirigidas y la falta de conocimiento en el estado emocional del otro.

“Un gran error es que los líderes estén basándose en sus prejuicios a la hora de intentar comprender a su(s) allegado(s). Por esa razón no se logra identificar el meollo de lo que quiere decir la otra persona”, agrega Castillo.

En otro escenario, cuando los líderes reconocen una actitud de frustración o molestia en alguna de las partes de su equipo, Castillo recomienda guiarse de la siguiente manera:

  • Identificar cuál es la idea o el anhelo que origina frustración en ella y en qué deviene la molestia expresada.
  • Tomarse el tiempo para profundizar en todos los factores secundarios que rodean a esa molestia.
  • Preguntarle a quien manifestó la molestia si siente que va por un buen camino para tener más información.

El especialista indica que la frustración incrementa cuando el proceso no se lleva a cabo de manera conciliada. “Puede ser que la petición de la persona afectada se vea lejana, pero si se avanza de manera armoniosa con el líder, las percepciones se pueden modificar y tener metas provisionales”, señala.

El trabajo en equipo lleva a grandes metas.
Si se llega a acuerdos mutuos armoniosos entre líderes y liderados, las metas pueden mejorar. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Cuando uno de los miembros expresa una inconformidad ante el líder, este debe guiarse dando prioridad a las siguientes emociones: la serenidad que funcionará para plantear y buscar una solución; la empatía en base a la molestia expresada, lo que ayudará a dimensionar el estado del manifestante; por último, preguntar cuál acuerdo haría feliz a la persona.

La idea alrededor de esto es “llegar a la esencia” de qué y a quiénes se está liderando, expresa Castillo.

Además de la recomendación mencionada, el especialista sugiere otros pasos para construir un liderazgo emocional alrededor de metas conjuntas:

  1. Controlar los prejuicios y la experiencia propia: Muchas veces el recorrido personal suele ser una desviación a la hora de escuchar a otras personas. Pensar en cómo haríamos las cosas impide escuchar atentamente a los demás, puesto que cabe la posibilidad de abordar el diálogo desde un sesgo personal.
  2. Atender las demandas específicas: Para liderar a un grupo se deben tomar en cuenta las necesidades particulares de cada individuo en específico. El líder debe ser capaz de entender si las demandas de la otra persona son viables, para así responder cómo ella espera. Esto a la vez, aumentará la credibilidad que se le tenga.
  3. Mantener información transparente sobre el proceso: Durante la búsqueda de la meta, el líder debe ser honesto con la otra parte al decirle cómo está caminando el trabajo en conjunto. La información honesta transportada a los pares les dará credibilidad y seguridad.
  4. Fijarse en la manera cómo se dicen las cosas: Al decir algo se puede construir una percepción, por ello es importante prestar atención a las palabras y la forma que se utiliza para llegar adecuadamente a las otras partes. Es recomendable usar un lenguaje propositivo y manifestarlo de manera calmada.
  5. Volver al proceso: Es importante reconocer cómo se han llevado a cabo los pasos anteriores para regresar a ellos constantemente y evaluar si han tenido resultados. Esto es importante ya que las personas no suelen prestar atención muchas veces en los objetivos, sino en la marcha de las cosas.

Alex Castillo señala que estas recomendaciones pueden lograrse si se presta atención diariamente. El especialista expresa que, aunque parezca laborioso, basta con reflexionar unos minutos para comprender cómo se están desarrollando las sugerencias comentadas.

“Se trata de dar pasos para otros. La actitud entra en acción cuando se intercambian estas subjetividades”, expresa Castillo. Además, lo más importante es que se deben establecer formas para dar a conocer las intenciones de cada parte y así, lograr la meta colectiva.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.