La duración de estos episodios varía desde unos pocos segundos a descargas largas. Su aparición es muy rápida, y los pacientes no suelen advertir de que están a punto de ocurrir, aunque algunos pueden aprender a predecir tipos de estímulos, pensamientos específicos o eventos que los provoca.
Se observa habitualmente en la depresión y en algunos trastornos de ansiedad. En estos casos, las carcajadas o lágrimas fluyen disociadas de cualquier emoción alegre o triste. Es decir, sin sentido. La causa o las causas aún no se conocen; pero muchos expertos médicos creen que está relacionado con las lesiones en ciertas áreas del cerebro que controlarían normalmente la expresión emocional.
El síndrome seudobulbar ha sido definido también como risa y llanto patológico, labilidad afectiva, incontinencia emocional, emocionalismo y trastorno de la expresión emocional involuntaria (IEED). La ventaja de la utilización de estos términos es que no especifican un mecanismo fisiopatológico.
Según un artículo de la revista New Scientist, se ha comenzado a tomar más en serio a esta patología y una compañía farmacéutica de los EE.UU. acaba de desarrollar una droga para “domesticarla”.