El estudio que fue realizada por la Agencia de Protección a la Salud del Reino Unido, reunió las respuestas de 1 mil 800 adultos, y encontró que una de cada 10 personas guardan los medicamentos recetados anteriormente y se automedican cuando surge algún problema. El mal uso de estos medicamentos está llevando a un incremento drástico en el número de infecciones que no pueden curarse.
El problema se agrava, si se considera que en países de América Latina, por ejemplo, se permite la venta de estos medicamentos sin receta médica. Solo en Chile, Costa Rica, Perú, Venezuela y México se restringe la venta de estos fármacos.
El efecto que hace el uso inadecuado de antibióticos sobre el cuerpo, es que estos hacen que el cuerpo se haga resistente a estos y por lo tanto ya no creen efecto en las personas.
No es la solución
EL estudio reveló que el 97 por ciento de los encuestados manifestaron que al momento de pedir un antibiótico a su médico, este se los recetaba. Los médicos, como profesionales deben recordar que los antibióticos no están elaborados para la tos, el resfriado, la gripe, ya que, aunque sean fuertes y dolorosos, son de corta duración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la resistencia que están desarrollando muchos microorganismos a los antibióticos se está convirtiendo en uno de los problemas de salud pública más graves del mundo.
Tal como señala la doctora Clare Gerada, presidenta del Colegio Real de Médicos Generales del Reino Unido, señala que “los antibióticos son algo maravilloso cuando se utilizan apropiadamente, pero no son una cura para todas las enfermedades y no deben ser vistos como tal”.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades calcula que, solo en Europa, cada año unas 25 mil personas mueren como consecuencia directa de una infección resistente a los medicamentos disponibles.