Salud y Familia

Siéntase mejor en el trabajo con una pausa activa

Cinco minutos al día son suficientes para realizar una pausa activa, una serie de ejercicios dedicados a mejorar la condifición física y anímica de las personas en sus lugares de trabajo. 

¿Es usted de las personas que tienen jornadas laborales de más de ocho horas al día y la mayoría de estas sentadas en una silla? Si la respuesta es afirmativa, tome en cuenta que es necesario liberar las tensiones provocadas por el esfuerzo mental y la inactividad corporal.

La pausa activa

La pausa activa se refiere a una serie de estiramientos y ejercicios dedicados a fomentar un estilo de vida saludable.

Tomarse una lapso de 5 o 10 minutos en el trabajo puede tener muchos beneficios. Este hábito reducirá considerablemente los niveles de estrés, ansiedad y mal humor, así como dolores musculares.

En la actualidad es más común ver que las compañías apuestan por ayudar al ambiente en el que se desempeñan sus empleados.

Para Mario Ramírez, preparador físico y promotor de la pausa activa en Guatemala, es importante que una persona pueda salir de la rutina sin necesidad de dejar la oficina.

En esta edición se incluyen 10 ejercicios que usted puede efectuar en su oficina durante una pausa de cinco minutos. ¡Manos a la obra!

  • Pausa y respiración

 

Para iniciar la pausa activa, tómese un momento de tranquilidad. En su silla puede acomodarse en una postura adecuada —espalda recta—. Respire profundo y exhale; asegúrese de bajar y relajar sus hombros. Coloque sus manos sobre los muslos y ubique sus piernas paralelas entre sí, con los pies pegados al piso.

  • Comience con la cabeza

 

Sentado sobre la silla, conserve la postura cómoda, con los pies relajados y alineados a la misma distancia. Gire la cabeza hacia ambos extremos. Este movimiento ayuda a liberar la presión que se ejerce en las vértebras cervicales.

  • Ayude a su postura

 

Con una flexión lateral —llevar la cabeza en dirección al hombro—, ayudará a disipar la tensión que se produce en el cuello. Es importante que sus hombros se mantengan abajo para lograr una postura que permita comodidad y relajación. Repetir el ejercicio con el otro lado de la cabeza.

  • Flexione su cuerpo

 

Levante uno de los brazos y llévelo a una postura que haga una flexión lateral en nuestro tronco. Esto mejora la flexibilidad y la oxigenación. Mantenga el brazo extendido y luego cambie de extremidad.

  • Brazos arriba

 

Consiga que su cuerpo se estire. Levante uno de sus brazos lo más alto posible, sin moverse de su silla. Para lograr mejores resultados, extienda sus dedos, algo que incluso puede ayudar a evitar el síndrome del túnel carpiano. Repita con la otra extremidad.

  • Con las dos extremidades

 

Para seguir con el trabajo de brazos, ahora intente estirar  ambas extremidades de manera simultánea. Este ejercicio también ayudará a liberar tensiones acumuladas en los hombros.

  • Fortalezca la columna

 

Gire su espalda y llévela a una posición que no le cause dolor. Si su silla no tiene apoyabrazos, es mejor si se sienta de lado. Mantenga esa postura por 10 segundos y repita del otro lado. Este movimiento ayuda a la flexibilidad del tronco.

  • Póngase retos

 

Motívese a llevar su cuerpo a posiciones inusuales pero prácticas. Ponga sus brazos en la parte inferior de la silla y respire profundo varias veces en esa posición. Si su asiento tiene ruedas, péguela a una pared, para evitar que esta se desplace.

  • Utilice su espacio

 

Además de la silla, los demás accesorios que hay en  su oficina también puede ser útil. Utilice su escritorio y alinee su columna hasta lograr una vertical.  Coloque la cabeza entre sus hombros. Estire los brazos y trate que las palmas de las manos toquen la superficie del mueble.

  • Cierre su rutina

 

Para terminar el tiempo de relajación, levántese de su silla y, sin flexionar las rodillas, trate de tocar la superficie del escritorio. Mantenga esa postura por 10 segundos. Luego respire profundo y vuelva a sus labores.

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