Salud y Familia

¿Somos más felices cuando agradecemos?

La experiencia de la gratitud es comprensible a lo largo de la vida de todas las personas e implica habitar el aquí y ahora.

La práctica de la gratitud es la atención plena de lo que sucede, aquí y ahora. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La práctica de la gratitud es la atención plena de lo que sucede, aquí y ahora. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Decía el Dalai Lama que la raíz de todo bien crecía en la tierra de la gratitud: esa emoción que a la vez es pensamiento, y que también se define como un estado interior de plenitud por la vivencia de cada instante.

Aunque la gratitud surge como respuesta a experiencias satisfactorias, estas no siempre son precisamente agradables. Para la psicóloga Helen Muñoz, el agradecimiento también puede expresarse “en el deseo voluntario de correspondencia a través de las palabras o a través de un gesto”.  

¿Pero de dónde nace dicha experiencia? ¿Se trata únicamente de un pulso emocional o surge de la razón? De acuerdo con Muñoz, la gratitud es una forma virtuosa vinculada a lo que se piensa acerca del valor que se les da a las cosas.

Para abonar a esta explicación, el educador y consejero en bienestar André Armas, prefiere explicar la gratitud como “una experiencia de agrado por todo lo que viene a la vida”, y puede ser comprendida a lo largo de la historia de cada persona.

El entendimiento de esta experiencia surge cuando ocurre algo significativo o valioso para las personas, aunque estas conozcan o no el concepto teórico de “agradecimiento”.

No obstante, y a pesar de la facilidad que tiene la gratitud para ser comprendida, esta no siempre es puesta práctica, ni mucho menos comprendida, en especial cuando las personas están más concentradas en las experiencias ajenas o externas, y se desconectan de sí mismas.

Desde el agradecimiento se toma conciencia de los bienes que se reciben. Más allá de decir la palabra ‘gracias’ se puede valorar lo que ha llegado a cada persona. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

“El problema tiene que ver con que la gratitud se esconde por todas las creencias, pensamientos y sensaciones a las que nos esclavizamos cuando surgen actitudes como la comparación con otras personas”, señala André Armas.

La psicóloga Helen Muñoz sostiene que la falta de atención en la presente llega a afectar el reconocimiento de la gratitud, ya que usualmente, en nuestro día a día, no somos tan conscientes de los detalles.

“Estamos inmersos en la rutina, las demandas laborales como familiares, y también ponemos el foco de atención en las situaciones negativas”, explica la psicóloga.

Aportes del agradecimiento en la salud mental

Helen Muñoz sostiene que el hecho de practicar la gratitud implica tomar conciencia de todos aquellos bienes que se han recibido, aun siendo estos pequeños.  

Para André Armas, la experiencia del agradecimiento permite entender más sobre el presente: “La práctica de la gratitud es la atención plena de lo que sucede, aquí y ahora, lo que la vida nos regala, sin que se juzgue ni critique”, apunta.

Más allá del reconocimiento pleno e inmediato, la gratitud también genera bienestar. “Las personas llegan a sentirse más calmadas, se reduce la ansiedad, el temor, e incluso, se produce oxitocina, la hormona relacionada con el afecto”, explica Helen Muñoz.

De acuerdo con un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología bajo el nombre The Grateful Disposition: A Conceptual and Empirical Topography (La disposición agradecida: Una topografía conceptual y empírica. Diario de Personalidad y Social Psicología), los autores descubrieron a partir de un cuestionario que las personas más agradecidas disfrutaban la vida con mayor nivel de satisfacción y esperanza.

Una forma de reconocer las situaciones por las cuales se puede agradecer, es mediante la escritura de un diario. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Por otro lado, la investigación reveló que, en paralelo a las experiencias positivas, las personas que ponían en práctica el agradecimiento mostraban una tendencia a sufrir menos depresión, ansiedad y envidia.

Los autores también dieron a conocer que las personas con mayores puntajes de gratitud solían ser más empáticas, habían perdonado, ayudaban a otros, y tenían menos inclinación al materialismo.

El entendimiento de la espiritualidad y la práctica religiosa también definen a las personas agradecidas según el estudio de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. De acuerdo con sus autores, este detalle suele manifestarse tanto en la práctica de dogmas religiosos como en distintas sensibilidades espirituales.

Poner en práctica el agradecimiento

¿Se puede sentir gratitud, aunque las situaciones y los contextos que nos rodean sean difíciles?

“Sí se puede experimentar el agradecimiento, y esto no quiere decir que se tenga gratitud por situaciones complicadas o negativas. No se debe perder de vista lo que se descubre en cada nuevo hecho”, sostiene la psicóloga Muñoz.

André Armas señala que, para trabajar la resiliencia ante los nuevos hechos, las personas debemos reconocernos, ya que, a lo largo de nuestro camino, nos daremos cuenta que toda situación será etiquetada bajo una experiencia pasada.

“Al entrar en esa situación, el ser humano se puede liberar de sus ataduras mentales”, agrega Armas.

Tanto el consejero como la psicóloga que han sido entrevistados sugieren las siguientes pautas para fortalecer el aquí y ahora, desde el agradecimiento:

  • Escribir por lo menos 5 cosas que se agradezcan de cada día.
  • Ver a los ojos de las personas con quienes se llevan a cabo los diálogos para experimentar el aquí y ahora.
  • Incorporar el hábito de regalar notas de agradecimiento en cada evento que implique la gratitud.
  • Buscar espacios en familia donde se pueda compartir y manifestar el agradecimiento, sin que se juzgue lo que cada quien diga, puesto que cada persona tiene derecho agradecer por lo que considera valioso.
  • Agradecer cada mañana por un nuevo día.

Cuando se habla de gratitud, la experiencia también implica un trato con los demás, por lo que puede surgir la duda de cómo se debe agradecer de la mejor manera.

De acuerdo con Helen Muñoz, “más importante que demostrar la gratitud, es vivirla, ya que, cuando se está agradecido, aumenta el bienestar, la felicidad y la calma”. Según apunta la psicóloga, esto tiene más posibilidades de repercutir en los demás, lo cual fortalece los vínculos y crea relaciones de confianza.

“También debemos recordar que la intención de estar agradecidos es tomar conciencia de los bienes que estamos recibiendo. Más allá de decir la palabra ‘gracias’ es valorar lo que ha llegado a nosotros”, comparte Muñoz.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.