
“Cómo vencí a mi ego tóxico y aprendí a no tomarme las cosas de manera personal”
Cuando Federik Imbo se dio cuenta de que reaccionaba a cada pequeña cosa que le pasaba en la vida, como un conductor estresado que tocaba la bocina y encendía las luces detrás de él, o a la recepcionista de un hotel que lo saludaba con frialdad, decidió que necesitaba hacer algo al respecto.