Su importancia radica en la posibilidad de respiración que nos brinda cuando obtenemos el oxígeno que producen, y con el cual ellas mismas generan el proceso de fotosíntesis.
Además de deberles la respiración, también les debemos un título de aliciente emocional cuando las cosas pueden ir mal. Esto tiene una mayor repercusión cuando atravesamos momentos negativos.
En un estudio referido dentro del artículo Particularidades de tener plantas en casa durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19, se encontró que los ambientes urbanos con elementos naturales permitían una mayor capacidad restaurativa frente a procesos de fatiga mental y estrés.
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Datos del análisis refirieron que el aislamiento en el interior de los hogares -a modo de prevención por el coronavirus- ha provocado una separación del entorno natural por lo que vivir en espacios con “mínimo o nulo de plantas podría generar comportamientos negativos” en una época en la que se han agravado emociones como el miedo, la decepción y la incertidumbre.
La inclusión en el hogar de elementos naturales como las plantas podría reconectar la naturaleza con la vida humana. “Las conexiones de este tipo inducen cambios valorados (…) en la cognición y la emoción, y expresan un impacto beneficioso en el nivel de estrés, la salud y el bienestar”, refiere el artículo.
Introducir la naturaleza en el hogar
Las arquitectas especializadas en planificación y diseño del paisaje Maribel Alonzo y Dafne Acevedo comentan que las plantas tienen características “fitorremediadoras” que absorben, acumulan, metabolizan, volatizan o estabilizan varios contaminantes en el aire.
Por esta razón se trata de elementos importantes en la cotidianidad. “No hay que pensar en las áreas verdes dentro de nuestros espacios como algo independiente. Más bien son partes integrales del área habitable”, apuntan las especialistas también fundadoras de la Asociación de Paisajistas de Guatemala, Guateland.
A decir de Alejandra Tuchán, también arquitecta, paisajista y vicepresidenta de la misma asociación, lo anterior se asocia con el concepto de biofilia, que explica la tendencia humana de interactuar con los entornos naturales.
En ese sentido, las plantas “pueden intentar satisfacer la necesidad humana del contacto natural”, por lo que la implementación de estas dentro del hogar inyectarían “energía psicológica al espacio”, dice Tuchán.
La arquitecta señala que esto es algo que han comprendido los desarrolladores urbanistas desde décadas como los sesenta y setentas cuando se empezaron a normalizar los espacios verdes dentro de los inmuebles. Esto ha incrementado con el paso del tiempo y en la actualidad persisten distintas formas de crearlos.
De acuerdo con las arquitectas Alonzo y Acevedo, existen varias soluciones para implementar la naturaleza en el hogar. Por ejemplo, se pueden colocar plantas aromáticas en distintos puntos, crear pequeños huertos dentro de macetas o adecuar arreglos en los espacios como vestíbulos, pasillos, muros y balcones.
Para llevar acabo estas implementaciones es necesario considerar la altura de las plantas, su color e incluso la textura puesto que, desde una óptica estética, esto respondería a cómo el feng-shui activa las formas de percepción, señalan las especialistas.
Recomendaciones para crear los espacios
Previo a ingresar nuevas plantas al hogar es necesario identificar cuáles serán las especies, así como también se deben identificar las condiciones que requieren como iluminación, espacio, temperatura, humedad y ventilación.
A decir de las arquitectas Alonzo y Acevedo, la iluminación es indispensable para que las plantas desarrollen su fotosíntesis. Por esta razón es recomendado que siempre exista una ventana por donde entre la luz.
No es necesario que los rayos solares influyan directamente sobre las especies. Por esto se recomienda que estén a tres metros alejadas de la ventana. Las especialistas agregan que las plantas también se pueden rotar eventualmente debido a que se inclinarán hacia las direcciones de donde provenga la luz.
Siempre debe haber ventilación ya que la falta de aire y el exceso de humedad provocará la aparición de hongos y plagas dañinas. En paralelo, la temperatura debe conservarse inferior a los 20 grados centígrados.
De acuerdo con José Aguilar, arquitecto e integrante del equipo del Vivero La Flor y el Granizo, para llevar a cabo estos espacios, es necesario pensar en el tipo de sustento que se aplicará a las plantas.
De esa cuenta el arquitecto apunta que es necesario tener macetas o recipientes cuya tierra tenga suficientes nutrientes y broza. Además, se deben implementar compostas (abonos naturales) y ser constantes con el sustrato, así como con la limpieza de toda la planta, incluyendo la tierra.
Aguilar señala que otra valoración importante a la hora de crear espacios verdes tiene que ver con el compromiso en cuanto al cuidado y desarrollo de estos, puesto que se trata de varios elementos vivos con necesidades propias. El arquitecto agrega que los demás cuidados se relacionarán a las características particulares de las plantas.
Formas de crear espacios verdes
José Aguilar apunta que las suculentas son plantas que se desempeñan bien dentro de los inmuebles ya que requieren de poco cuidado. Los “jardines secos” con varios cactus también funcionan. En cuanto a esas especies, es necesario que reciban luz constante. Pueden colocarse ya sea en macetas grandes o dispersas a lo largo de un solo espacio.
También pueden funcionar lugares dedicados exclusivamente a las orquídeas, apunta el especialista en arquitectura y plantas. No obstante, el costo de estas especies suele ser mayor.
Otra recomendación puede darse al crear “espacios aromáticos” en donde se siembren o reunan plantas de albahaca, tomillo, romero y ruda.
La arquitecta Alejandra Tuchán apunta que varias especies tropicales suelen tener un buen desempeño en los interiores debido a su adaptación. Entre ellas destacan las pertenecientes a la familia Monstera, los Ficus, Filodendros, y en muchos casos las palmeras.
Una forma sencilla de crear un espacio verde es acomodar varias macetas con distintas especies en rincones o lugares donde haya ventilación e iluminación constante.
Tuchán sugiere que los jardines verticales son otra posibilidad dentro de los espacios. Estas son construcciones que se colocan sobre las paredes y se integran de distintas especies.
Previo a crearlos se debe tomar en cuenta que hay jardines de sustrato orgánico -que son para espacios más reducidos- y los de sustrato hidropónico -que son más grandes-.
Para hacerlo en casa se recomienda una capacitación que implique determinar cuál es el sustrato que se usará, así como se debe establecer un sistema de riego -puede ser manual con rocío, goteo o por regadera- y se debe elegir vegetación que pueda mantenerse con iluminación no tan directa.
Las kokedamas son una opción común. Estas se pueden realizar con algún sustrato como musgo combinado con barro. Esto se moldea como una esfera y encima se coloca cualquier planta (por lo general helechos) cuya raíz se extiende en toda la circunferencia de la mezcla de sustrato y barro.
Una vez se seca la mezcla se puede fijar un cáñamo para “sellarlo” y protegerlo todo. Además, este funciona para colgar las kokedamas y asegurar que no se desmorone la esfera.
Los cuadros vivos son otros elementos verdes que pueden avivar los interiores. Estos se pueden crear adquiriendo una placa plástica en forma de cuadrado al cual se le coloca sustrato y una pequeña rejilla sobre la cual se fijan las plantas.
Estos tienen una forma como la de los jardines verticales puesto que se debe tener cuidado en cuanto al sistema de riego y el mantenimiento.
Los terrarios suelen ser espacios verdes que pueden controlarse fácilmente ya que en ellos se conservan varias plantas a la vez. Suelen haber terrarios con especies desérticas (como cactus o suculentas), y también de especies tropicales.
Por otro lado se pueden crear los jardines zen que a pesar de no priorizar las plantas, ya que usan arena y piedras, también se pueden agregar algunos helechos o bambú para terminar de darle las figuras apacibles y relajantes.
Para todas las creaciones se sugiere consultar los cuidados particulares de las plantas con especialistas, así como la constancia de su riego.
Otros beneficios de tener plantas en casa
La psicóloga Nissely Herrera, especialista en Logoterapia, apunta que el hecho de tener plantas en el hogar aporta a que las personas se reconozcan en el presente, ya que, a la hora de cuidarlas, observarlas o tratarlas, todos los sentidos se dirigen a ese pequeño acontecimiento.
“Ayuda a tener periodos más largos de atención y a tener una mejor calidad de memoria, y de predisposición a la creatividad”, señala Herrera, quien apunta que esto aporta en una época donde persiste la saturación tecnológica y donde todo es más urgente.
Nissely ejemplifica que las plantas pueden metaforizar la vida misma: “Hay plantas que se marchitan y que debemos cortar a veces de raíz, algo que sucede con varias relaciones. Desde los espacios naturales podemos acceder a profundas conclusiones de la vida”.
(Foto Prensa Libre: Shutterstock)
La psicóloga sostiene que para muchas personas esta actividad se ha convertido en parte crucial de sus días, pero que se trata de algo que debe implicar un compromiso para que lleve a momentos de reflexión y construcción personal.
Para las personas interesadas en construir espacios verdes y atenderlos dentro del hogar, Herrera sugiere verlo como un proyecto de motivación y compromiso.
“Solo al conectar con una intención, las personas pueden acercarse a los impactos positivos. De lo contrario, si se busca comprar las plantas solo por tenerlas y no darles atención se convertirá en una carga”, expresa la psicóloga.
Es necesario encontrarle el sentido a crear los espacios verdes y dedicar tiempo al cuidado. En esa decisión incluso se puede llegar a otras personas que puedan compartir los mismos gustos. De esta manera las personas encontrarán un nuevo espacio en sus vidas donde abunde el intercambio de experiencias.
