Si se hace una higiene bucal correcta, no deberían aparecer estas afecciones, añadió Arias. Además de limpiar bien los dientes, al menos tres veces al día —hilo dental, cepillado y enjuague bucal—, es necesario ir con el odontólogo cada seis meses para que este determine cuáles son los requerimientos individualizados a fin de conservar la salud bucal, y para que practique una limpieza profunda.
Arias desaconseja utilizar con frecuencia bicarbonato de sodio, porque es un abrasivo que desgasta con el tiempo el esmalte dental.
La especialista recordó que la higiene bucal debe comenzar desde que salen los primeros dientes, alrededor de los 6 meses de vida.
Tres veces al día
Es una regla general cepillarse los dientes tres veces al día, pero también debe hacerse después de ingerir meriendas, porque si se dejan los restos de comida, es probable que las bacterias dañen el esmalte. Hay que cepillarse después de comer, excepto quienes tengan alguna lesión dental; ellas deben esperar al menos 15 minutos.
Mediano y suave
En el mercado existen cepillos de cerdas suaves, medianas y duras, pero los recomendados para la mayoría de personas son los dos primeros, pues el último suele “raspar” la dentadura y lo usan solo quienes tienen los llamados puentes. La clave de una buena limpieza no es tanto el cepillo, sino la forma adecuada en la que este se utiliza.
Uso diario
Se recomienda el hilo dental encerado y de teflón. Este llega a los espacios entre las muelas que se ubican hasta atrás. También hay hilos que tienen una parte rígida en el extremo, luego una superficie parecida a la esponja y por último el hilo común. Este es ideal para quienes tienen tratamiento de ortodoncia.
Limpieza profunda
Hay quienes deben acudir al odontólogo cada tres meses para que les practiquen una limpieza profunda porque su saliva es mineralizada y genera más sarro. La limpieza consiste en un detartraje dental y aplicación de ondas ultrasónicas, para eliminar el sarro, así como bicarbonato de sodio a presión para retirar las manchas intrínsecas de café, cigarrillo o aguas gaseosas.
Tomarse su tiempo
Son tres los pasos indispensables para una buena higiene bucal. Se comienza con el hilo dental, el cual se pasa entre cada diente y muela, sin excluir ninguno; luego el cepillado, de arriba hacia abajo, 10 veces cada área. Después, se cepilla la lengua. El cepillado debe durar al menos dos minutos. Se finaliza con el enjuague bucal, sin mezclarle agua.
El flúor importa
Existe variedad de pasta dental, pero lo importante es que contenga la cantidad ideal de flúor, que fortalece el esmalte, y que es de 1 mil 500 partes, o más, por millón. Este dato se puede verificar en los ingredientes descritos en la caja. Evitar las que tengan demasiadas sustancias abrasivas. El enjuague bucal no debe contener alcohol.