Salud y Familia

¿Y si la variante ómicron no fuera tan mala como pensamos?

Podríamos estar ante el inicio de una relación más pacífica entre el hombre y el coronavirus.

Y si la variante ómicron no fuera tan mala como pensamos

El efecto de la variante dependerá de su transmisibilidad, su capacidad para evadir las defensas inmunitarias inducidas por la vacuna y su virulencia. Foto: https: pixabay/ miroslavachrienova

Esta nueva variante ha desencadenado una nueva ola de incertidumbre.

El diario The Atlantic de Estados Unidos explica en una nota el mejor y el peor escenario.  En el mejor caso, ómicron podría causar una enfermedad más leve que delta y más transmisible. Esa podría ser una gran noticia para el mundo.

Eventualmente los fabricantes de vacunas pueden necesitar ajustar sus fórmulas debido a esta variante o bien otra, anota The Atlantic y cita a Katherine J. Wu: a veces las caídas en la calidad de la inmunización  se pueden rescatar con un poco de cantidad  adicional, proporcionada por un refuerzo.

La Organización Mundial de la Salud catalogó como “preocupante” a esta variante identificada por primera vez en Botswana y Sudáfrica, lo cual ocasionó que muchos países hayan cerrado sus fronteras a vuelos provenientes de Sudáfrica.

Sin embargo, ómicron no es necesariamente una mala noticia, escribe el diario El Mundo de España. Su efecto dependerá de tres características: su transmisibilidad, su capacidad para evadir las defensas inmunitarias inducidas por la vacuna y su virulencia, es decir si provocará una enfermedad más grave.

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Las vacunas en el mercado no son esterilizantes, recuerda El Mundo: reducen el riesgo de hospitalización, enfermedad grave o muerte, pero no previenen por completo la transmisión. Además, su eficacia se reduce en tiempos considerablemente más cortos (3-4 meses), en comparación con el tiempo necesario para vacunar a la población, por lo que es prácticamente imposible  tener siempre el momento adecuado entre altos porcentajes de inmunizados en coincidencia con una alta incidencia de virus.

El fin del miedo pandémico

Arnaldo Caruso, presidente de la Sociedad Italiana de Virología dice: “ómicrón también podría ser el fin del miedo pandémico y convertirse en el inicio de la fase esperada por la comunidad científica de todo el mundo: una relación pacífica entre el hombre y el coronavirus.  Si la nueva variante demuestra ser realmente más transmisible, pero menos agresiva, podría ser la adaptación del Sars-CoV-2 que estábamos esperando, cita el diario El Mundo.  En enero un artículo de Science basado en el estudio de otros coronavirus predijo que el Sars-CoV-2  algún día se volvería endémico, es decir un resfriado común y solo en raras ocasiones será un enfermedad grave.

Por lo que nos enseña la historia, las dos pandemias semejantes a esta que hemos sufrido (viruela y poliomielitis) solo se consiguieron atajar a base de medidas de contención y vacunación masiva, y llevó muchos años, explican en una nota de The Conversation Matilde Cañelles López y María Mercedes Jiménez Sarmiento del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB – CSIC), España.

En el caso de la viruela fueron varios siglos, y conllevó la invención de las vacunas. Y la polio, descrita por primera vez en 1840, todavía no está erradicada, puesto que aún se notifican casos en dos países del mundo. Con lo que lleva un camino de los dos siglos.

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