La FTC acusó a la firma de incitar a los menores a descargar juegos “gratuitos” que, en realidad, lo que hacen es permitir a un jugador comprar luego versiones para avanzar en los juegos o ganarle a su adversario.
Los niños han podido realizar compras llamadas “In-App”, es decir, dentro de una aplicación, sin que los padres den su autorización. Es el caso del juego de aventura “Ice Age Village”.
La demanda sostiene que en 2011, cuando Amazon lanzó estas “In-App”, no se necesitaba contraseña para descargar estos contenidos de pago. No fue hasta marzo de 2012 que el grupo comenzó a solicitar una contraseña para las aplicaciones cuyo contenido costaba al menos 20 dólares.
A principios de 2013, Amazon generalizó el uso de la contraseña, pero no informó al dueño de la cuenta que cuando introducía su contraseña, se abría una ventana de 15 minutos durante los cuales los niños podían abonarse a servicios ilimitados sin un nueva acción del titular de la cuenta.
La FTC explicó que había recibido “miles” de quejas de padres, entre ellas el testimonio de una madre explicando que su hija había llegado a descargar contenido por un total de 358,42 dólares.
En enero, la FTC consiguió una victoria en un caso similar frente a la firma informática Apple, que aceptó reembolsar un total de 32,5 millones de dólares a sus clientes para zanjar la demanda.