La ubicación también se puede enviar mediante servicios de mensajería instantánea a todos los contactos de Google: para ello, un individuo sólo tendrá que compartir un enlace con la ubicación exacta.
“Cuando indicas tu ubicación, las personas con las que has elegido distribuir esta información te verán en sus mapas, y tú verás un icono sobre la brújula de tu propio mapa para recordarte que estás compartiendo tu ubicación”, dice la compañía.
Los usuarios podrán activar la función de rastreo al tocar un botón cerca de la barra de búsqueda y elegir a una persona de su lista de contactos, quien recibirá un mensaje de texto con la información. Si el receptor no tiene el app Google Maps en su celular, recibirá un link para abrir el mapa en su navegador.
Esta nueva funcionalidad puede ser útil cuando el usuario se encuentre de camino a un lugar y llegue tarde, cuando salga de viaje para que los demás vean la hora aproximada de llegada o para que sigan el trayecto hasta la llegada al destino.
Aunque Google no ha especificado a partir de qué fecha estará disponible, sí ha apuntado que el lanzamiento de este servicio llegará a todo el mundo próximamente.
La empresa con sede en Mountain View, California, ha instalado controles que permiten al usuario decidir a quién revelar su paradero y por cuánto tiempo: desde algunos minutos hasta tiempo indeterminado.
Pero esta función en una de las apps más usadas en el mundo puede causar inconvenientes en matrimonios y otras relaciones si un miembro de la pareja quiere saber dónde está el otro en todo momento, o si los padres exigen a sus hijos adolescentes que enciendan la función cada vez que salen.
“No creemos estar cambiando las reglas del juego”, dijo Jen Fitzpatrick, vicepresidenta de Google a cargo de mapas.
El usuario si no pone un límite de tiempo, Google le enviará periódicamente un mensaje por email para recordarle que está revelando su paradero.
Otras aplicaciones ya incluyen la función de rastreo; Glympse, creada por exempleados de Microsoft, la ofrece desde hace años. Es una de las razones por la que Google no espera recibir demasiadas quejas, sobre todo porque cada usuario puede decidir cuándo activa o desactiva la función y para quién.