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Mientras que el sentido y la eficiencia del trabajo en casa fueron controvertidos durante largo tiempo, muchas empresas observan ahora, empujadas por la situación, cuán bien puede funcionar.
Por otro lado, salirse de la rutina, conocer otro país o concentrarse en un proyecto en un lugar apartado, ganando de paso algo de dinero.
Los nómadas digitales suelen ser autónomos cuyos empleos funcionan de forma completamente digital y que, por eso, pueden ser realizados desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando exista una conexión a Internet. Un ejemplo son los diseñadores web o blogueros, pero no solo ellos.
“Mi trabajo es como la oficina en casa de cualquier otra persona. En mi tiempo libre, aprovecho para conocer el país en el que estoy”, cuenta la alemana Carolin Müller.
Esta psicóloga ofrece asesoramiento terapéutico online y viaja desde hace seis años por el mundo como nómada digital. Subraya que este estilo de vida requiere de mucha planificación y autodisciplina, dado que los nómadas digitales son trabajadores independientes.
Los empleados fijos están subordinados a su empleador. ¿Pero es realista que el jefe les permita mudar el puesto de trabajo? Romana Dreyer, del Instituto de Psicología en la Universidad de Hamburgo comenta que en las estructuras de la empresa no se debe necesariamente cambiar mucho para que el trabajo funcione de modo independiente de un lugar determinado.
¿Qué implicaría?
“Requiere una mayor adaptación tecnológica. Lo que debería modificarse en muchas empresas es el reparto de tareas, ya que debería dar a los empleados una mayor autonomía y flexibilidad”, apunta Dreyer.
Asimismo, indica que no hay que subestimar el factor humano: con el trabajo remoto se pierden las conversaciones espontáneas con los colegas, que muchas veces son importantes para el espíritu de equipo y la comunicación.
Por otra parte, cuando se trabaja a distancia, es difícil medir cómo evalúan el propio trabajo los colegas. Por eso, lo ideal es pedirles de todas formas sus comentarios y una valoración regular, aunque se esté lejos.
Para los colegas que trabajan en un lugar fijo también es extraño hacerlo con alguien a quien nunca ven. “Lo más importante es que haya una buena planificación y comunicación así como confianza mutua en el equipo, que las promesas se cumplan y se respeten, apenas el colega que está de viaje pueda hacerlo. Básicamente, me parece que es posible”, opina Dreyer.
¿Y cómo es desde el punto de vista legal?
En principio es posible fijar el lugar de trabajo lejos de la vivienda tras conversarlo con el empleador. Sin embargo, de acuerdo con los especialistas en legislación laboral, muchos aspectos de este tema aún no están del todo regulados.
No es para todos
Ser un nómada digital es un estilo de vida con desafíos. Por eso, vale la pena conocer bien de qué se trata antes de decidirse por esto. Tener capacidad de introspección y puede ser útil para no perder la motivación después de poco tiempo.
Quienes se deciden por este estilo de vida deberían, por otra parte, comunicar sus motivaciones y expectativas a los jefes y colegas para contar con su apoyo.
Si da frutos, puede ser un estilo de vida muy enriquecedor. La psicóloga Romana Dreyer explica que trabajar donde uno quiera puede llevar a confiar más en las propias habilidades, especialmente al tener que lidiar con situaciones nuevas e inusitadas.
Si además en la empresa predomina un ambiente de confianza, esta modalidad puede tener un efecto positivo en todo el equipo e impulsar las innovaciones.