Vida

Rescate al extremo

Topos Balam Guatemala llegan hasta el rincón más inaccesible.

La técnica  de arrastre permite, en avance lento, rescatar a personas de escombros o incendios.. Foto Prensa Libre: Brenda Martínez.

La técnica de arrastre permite, en avance lento, rescatar a personas de escombros o incendios.. Foto Prensa Libre: Brenda Martínez.

“No hay noche ni día, no hay hotel ni  comida, no hay miedo ni familia, ni remuneración, únicamente existe el servicio a los demás”, reza el lema de los rescatistas extremos conocidos como topos, cuyo objetivo es  ayudar a otros sin tomar en cuenta los límites y riesgos.

Hace tres meses comenzaron las capacitaciones para que jóvenes con buena condición física y afán de servicio se convirtieran en topos. En la primera promoción se graduaron 15 rescatistas.

¿Quiénes son?

Este grupo especial de rescate se creó en México tras el terremoto de 1985, cuyos miembros llegaban hasta los lugares más recónditos y peligrosos de los escombros para rescatar víctimas. Su ayuda ha llegado a todas partes del mundo.  David López, instructor de Topos Balam, recibió clases con Héctor Méndez, el Chino, fundador de la Brigada Internacional de Rescate Topos Azteca.

Para ascender o descender solo utilizan una cuerda de 50 metros y una buena condición física.  Foto Prensa Libre: Brenda Martínez

La especialidad de este grupo, que trabaja conjuntamente con equipos de socorro como bomberos y Cruz Roja, son los rescates de montaña, para lo cual pasan por entrenamientos rigurosos. ¿Podrías pasar calor, frío y 30 horas sin comer como ellos?

Cada artículo que llevan para los rescates en lugares tan difíciles de llegar debe tener tres funciones, porque la carga que transportan debe ser lo más ligera posible.

También hacen rescates acuáticos,  búsqueda y rescate de personas en estructuras colapsadas o incendiadas, manipulación de serpientes, y técnicas de sobrevivencia —purificación del agua o preparación de refugios—.

No usan camillas para rescatar víctimas de montañas o barrancos, sino las transportan como “mochila”, en la espalda. Foto Prensa Libre: Brenda Martínez

Testimonios
“Si veo que hay algún accidente, debo tener la capacidad de hacer algo, aunque sea arriesgado. Es bonito recibir un gracias, una sonrisa,  saber que está bien la persona”, dice  Gerber Lainez, de 23 años.

“Lo mejor es servir a los demás, ayudar con lo que tenga, darlo todo sin importar qué, por el amor al prójimo. Lo más difícil de aceptar es estar lejos de la familia, porque hay días que no llego a mi casa. Lo que más me gusta de ser extremo es no tener miedo a nada”, dice Ricardo Antonio Nij, de 18 años.

“Es un orgullo y un honor demostrar que somos capaces de ser topos siendo mujeres.  Hay que  concentrarse en que no existen límites, sino solo aquellos que una se  imponga. Se puede mentalizar para dominar los retos”, dice Evelyn García, de  26 años.

Las clases gratuitas en el campo de entrenamiento en San Raymundo se imparten de 21 a 6  horas —pasas la noche entrenándote—. Para graduarte, debes hacer turnos dos meses, tres días a la semana, de 9 hasta las 3 horas.

Donaciones
A este grupo se le puede donar víveres, lámparas, cuerdas, utensilios y medicamentos, para hacer los rescates.
Contacto: Topos Balam GT, en Facebook /  teléfono: 5923-2890.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.