Salud y Familia

Desahogo…

"El problema no es lo que nos pasa, es saber cómo enfrentar lo que nos pasa".

Rina Montalvo. (Foto Prensa Libre: Rina Montalvo)

Rina Montalvo. (Foto Prensa Libre: Rina Montalvo)

Este mensaje fue enviado por una esposa, madre de hijos mayores, con la intención de que no sea publicado, por temor a ser identificada, pero espera una respuesta. De acuerdo con las precauciones del caso, recibirá la orientación y el apoyo, si fuera necesario. En todo caso, no hay ningún problema que la comprometa, porque son cosas del diario vivir.

Lamentablemente, los matrimonios algunas veces se complican cuando menos se espera, cuando se cree que están bien cimentados y los hijos crecieron, como en su caso. Es inexcusable que existan hombres tan inmaduros que toman el matrimonio como juguete, cuando ya “peinan canas” y han llegado al papel de abuelos. Se olvidan del amor que los une a la madre de sus hijos y cual “viejos verdes” públicamente se exhiben con mujeres a quienes les triplican la edad.

Sin embargo, estos casos desafortunados no tienen derecho a destruir la vida de una esposa que le dedicó tantos años, le dio una familia y un hogar por mucho tiempo. Son experiencias duras para una esposa, pero cuando se lucha con dignidad y entereza, se sale adelante, sin dejar heridas abiertas.

Sí, es aconsejable buscar ayuda sicológica y, muy importante, no interrumpirla. Es una buena forma de enfrentar los problemas conyugales, antes de que terminen en serias crisis, cargadas de ansiedad, dolor y soledad, como la que usted está atravesando, a pesar de vivir en familia y con la compañía de sus hijos, que también pronto se irán.

Pero algo le preocupa además a esta esposa, y es que se ha alejado de Dios y se ha quedado sin fe, ahora que la necesita más que nunca. Este sí es un gran problema, porque Dios tiene que estar siempre presente en nuestras vidas, alimentándose espiritualmente. Usted siente ahora ese vacío en su vida y con solo buscar iglesias no lo llenará. Tiene que sentirlo en su vida personal, porque ese vacío no lo llenará con nada más que Él.

A veces se tiene que buscar a Dios con pruebas muy duras, y no hay que llegar a esto. Recuerde que el primer mandamiento de la Ley de Dios dice: Amarás al Señor tu Dios, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu corazón. Esta es la regla de oro del cristianismo y la que todos lo que creemos debemos practicar.

No entiendo por qué piensa ahora con tanta insistencia que su vida está llegando al final, si esta cuestión de la vida y de la muerte es tan incierta… Lo que sí es necesario es que todos estemos preparados para este final, que solo está en las manos de Dios.

Yo sé que si usted utiliza sus pensamientos para cosas buenas y positivas, va a encontrar la paz y la tranquilidad que ha perdido por culpa de su esposo y va a rendir lo mejor de su vida. Todo es cuestión de voluntad y de querer, de poner en acción su potencial interior, que sé que lo tiene. “Cambia tu mente, y todo cambiará”, dice un famoso psiquiatra. Y es el momento de hacerlo para no caer en situaciones frustrantes, que lo echan a perder todo.

rina.montalvo@gmail.com

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