Internacional

Sarah Huckabee Sanders sustituirá a Spicer

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dimitió de su cargo, y será sustituido por Sarah Huckabee Sanders.

Sarah Huckabee, nueva portavoz de la Casa Blanca.(Foto Prensa Libre: EFE)

Sarah Huckabee, nueva portavoz de la Casa Blanca.(Foto Prensa Libre: EFE)

Sarah Huckabee Sanders, hasta ahora portavoz adjunta de la Casa Blanca, será la próxima jefa de prensa del Ejecutivo estadounidense tras la renuncia hoy de Sean Spicer al frente de la portavocía. 


Spicer renunció este viernes a su cargo, aunque lo seguirá ejerciendo hasta que concluya el mes de agosto, después del nombramiento del empresario Anthony Scaramucci como director de comunicaciones de la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, una decisión sobre la expresó su profundo desacuerdo.

De hecho, fue el propio Scaramucci quien, en su primera rueda de prensa, anunció el nombramiento de Sanders como la nueva portavoz de la Casa Blanca.

Scaramucci también tuvo palabras de agradecimiento para Spicer, a quien reconoció su trabajo frente a las preguntas de los corresponsales y deseó “que haga grandes cantidades de dinero”  fuera del Gobierno.

La renuncia, momentos después de la dimisión de un abogado del presidente Donald Trump, agudiza la crisis interna que vive el Gobierno.

Spicer presentó este viernes su renuncia, en desacuerdo con la decisión del presidente Donald Trump de nombrar a un nuevo jefe de comunicaciones, de acuerdo con los medios locales.

El político, de 45 años, se tornó una figura notoria por el espíritu agresivo con que defendió las decisiones del Gobierno. Según la Prensa, decidió dar el paso ante el anuncio de que Anthony Scaramucci será el nuevo jefe de comunicaciones de la Casa Blanca.

El Gobierno de Donald Trump atraviesa serios problemas con la prensa, ya que además de los enfrentamientos directos que ha protagonizado, ha hecho pública en varias ocasiones su disconformidad sobre cómo la Casa Blanca gestiona su relación con los periodistas.

A finales de mayo, Trump amenazó con poner fin a las ruedas de prensa del Ejecutivo, algo que no se ha materializado, aunque sí ha reducido considerablemente el número de encuentros de sus portavoces con la prensa, que ahora en su mayoría tienen lugar sin presencia de cámaras.


Desde una Casa Blanca que ha llegado a argumentar que defiende “hechos alternativos”  a los de la prensa, Spicer se ha quejado una y otra vez sobre la cobertura “negativa”  y “desmoralizante”  que, a su juicio, la mayoría de los medios generalistas hacen sobre Trump.

Tras meses de rumores sobre su posible salida del cargo, Spicer llegó a entrevistar a candidatos para sustituirle en la tarea de dar conferencias de prensa, aunque su objetivo era ocupar un puesto de mayor rango, relacionado con la estrategia comunicativa de la Casa Blanca, según múltiples informes de prensa.

Ante esos rumores, es posible que las aspiraciones de Spicer fueran precisamente ocupar el puesto que hoy el magnate le ofreció a Scaramucci, un cargo cuyas funciones estaba ejecutando el exportavoz de forma interina desde que Mike Dubke renunciara al puesto hace dos meses.

También su abogado

Un miembro importante del plantel legal de Donald Trump renunció a su cargo también este viernes, en momentos en que el presidente estadounidense parece querer influenciar la investigación de un fiscal especial sobre los vínculos de su equipo con Rusia durante la campaña electoral.

Mark Corallo, que coordinó la comunicación externa del equipo legal de Trump frente a la crisis, informó en un correo que había renunciado al cargo.

No hubo explicación de los motivos que llevaron a su renuncia, que ocurre luego de que Trump se adentrara en territorio legal espinoso durante una larga entrevista con el New York Times, al advertir al fiscal especial Robert Mueller que no indagara sobre las finanzas de su familia.


Designado a mediados de mayo por el secretario de Justicia, Mueller, un exdirector del FBI, lidera la investigación federal sobre si los colaboradores de Trump coludieron con los intentos de Moscú para influenciar la elección presidencial de 2016 en Estados Unidos.

Trump ha rechazado las acusaciones, pero no ha podido justificar porqué su hijo mayor y otros aliados claves se reunieron con agentes rusos que prometieron detalles comprometedores sobre su rival Hillary Clinton.