Consideraciones del 13 Baktún

La magnitud del acontecimiento debe trascender lo puramente religioso, para agregar los aspectos matemáticos y astronómicos. Los valores de la cosmovisión maya tienen hoy en día una actualidad sorprendente para cualquiera que comience a conocerlos, como consecuencia de que se puede hablar de un paralelismo entre la actual situación del deterioro de la naturaleza a causa de su explotación desmedida, lo que ha sido señalado como una de las causas del inexplicable abandono de las grandes ciudades en las inhóspitas selvas donde se asentaron.

Como todo acontecimiento de tal magnitud, su importancia se multiplica porque puede y debe ser analizada desde una pléyade de puntos de vista. Un ejemplo lo constituye la admiración que emana al comprobarse que el calendario maya, hecho con la simple observación del ojo humano, haya logrado un calendario cuya exactitud es mayor a la del gregoriano, y que para quitarle ese primer puesto fueron necesarios los instrumentos tecnológicos del ser humano del siglo XX.

La celebración de este magnífico acontecimiento debió haber sido abierta a todas las manifestaciones de la cultura actual de Guatemala, sobre todo a las de los jóvenes. La cultura maya es una de las grandes de la humanidad; rivaliza y en algunos casos supera a la egipcia, la china, la sumeria y la india. Es por ello motivo de orgullo para los guatemaltecos, gentilicio que debe incluir a todo aquel que nació en esta parte del mundo, donde se encuentran las más importantes manifestaciones de la cultura existente en la totalidad del continente americano antes de la llegada de los conquistadores, hace ya medio milenio.

El fin del 13 Baktún y el comienzo del siguiente puede tener, y ojalá tenga, la consecuencia de despertar no solo el interés en esa parte tan importante de la cultura del país, sino la admiración y el orgullo. Estas consideraciones deben ser realizadas sin la opacidad otorgada por los criterios politiqueros, políticos e ideológicos, cuya característica principal es la posibilidad de cambiar y de ser sujetos a los intereses, muchas veces oscuros, de determinadas personas.

Esta fecha debe ser motivo de alegría y sobre todo de satisfacción para los actuales pobladores de lo que se llama Guatemala, dentro del contexto internacional actual. Por fortuna, terminaron las irresponsables interpretaciones de un fin del mundo que solo cabía en la mente de personas deseosas de obtener notoriedad. Quedan por derribar las interpretaciones ideológicas que no pueden derivar de lo que hayan pensado los mayas hace milenios.

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