Estas dos agrupaciones se han caracterizado por oscuras y deplorables componendas que las convierten en una verdadera amenaza para la institucionalidad, pues con su  contubernio abrieron una rendija de desconfianza sobre  la independencia del Poder Judicial, cuyos magistrados fueron elegidos mediante acuerdos a escondidas y en el hemiciclo parlamentario simplemente se llegó a levantar la mano, para virtualmente dejarlos sometidos a los vaivenes de los políticos, que no dudarán en incurrir en amenazas como la más reciente.

Por más que los legisladores puedan gozar de la irresponsabilidad en sus declaraciones, esta propuesta que los  parlamentarios oficialistas y quienes ya no ejercen ningún papel de oposición plantean no se puede tolerar  y debe  terminar, pues de no hacerlo  continuará avanzando por una peligrosa vía que  pone en riesgo principios fundamentales para la consolidación de la democracia, que se ve sometida a los embates de la intolerancia de quienes se sienten dueños del poder.

La propuesta que patriotistas y lideristas intentaron pasar el  jueves último para motivar la renuncia de los magistrados del TSE equivale a hacer un planteamiento similar contra los titulares de la Corte de Constitucionalidad, que apenas un día antes habían fallado en contra de una serie de recursos que buscaban que se repitiera la designación de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las salas de Apelaciones, simplemente por no estar de acuerdo con esa resolución, que le  dio viabilidad a un proceso  que fue cuestionado por diversos sectores.

Pero hay  discordancias que deben esclarecerse de la manera más civilizada, porque esos planteamientos abominables  en nada contribuyen a fortalecer la institucionalidad, y mucho menos se les puede dar la razón a  mercaderes de la política,  simplemente porque no están conformes con fallos que les perjudican, pese a existir suficientes pruebas del irresponsable proceder en  que incurren sus dirigentes al violar la Ley Electoral y de Partidos Políticos  respecto  de  la campaña anticipada.

Debe ponerse en su justo contexto la propuesta presentada por estas dos agrupaciones partidarias, porque su intentona tiene implicaciones muy serias que llevarían a socavar las instituciones, y esto  para nada representa un paso hacia adelante en un modelo de democracia que   parece querer avanzar con el retroceso puesto. Pero sobre todo porque no son estos políticos los más idóneos para proponer semejante disparate, cuando son ellos quienes se han convertido en la fiel encarnación del abuso y el irrespeto a las normas, algo que las autoridades hacen muy bien en no tolerar.