Oscuro negocio que debe cesar

Esta firma fue escogida de manera poco transparente para que auxiliara a la SAT en el cobro de los impuestos en Guatemala. Lo primero que aflora en esa oscura negociación es la lamentable admisión de la escasa capacidad del Estado para efectuar muchas de las tareas que legalmente le corresponden.

Los miembros del Directorio señalaron ayer en el Congreso, ante varios diputados de la UNE, que el director ejecutivo de Kolektor, con sede en Córdoba, Argentina, se reunió con ellos cuando viajaron a esa ciudad, y por su parte la Dirección General de Migración confirmó que un alto funcionario de esta empresa estuvo tres veces en Guatemala, durante abril y mayo de este año, y que incluso el Estado le otorgó un carro blindado y un piloto para su servicio. Pero además, personas relacionadas con la empresa y con el gobierno guatemalteco efectuaron 13 viajes entre ambos países.

Llama la atención también que, ante la avalancha de críticas de todos los sectores, en la sesión del viernes anterior el directorio del ente recaudador de impuestos decidió revocar la contratación de aquella empresa y el único que votó a favor de mantener la negociación fue el representante del Ministerio de Finanzas Públicas. Esto constituye la mejor evidencia de que existen intereses en los más altos niveles del Gobierno para beneficiar a esa firma sudamericana.

Ayer fue un día crucial para conocer detalles de ese opaco proceso: visitas a Guatemala y a Córdoba, gastos de hoteles y reuniones de representantes de la SAT y de la empresa argentina. Se trata de una negociación que tiene ahora la particularidad de haberse quedado fuera del camino como consecuencia del rechazo generalizado que mostraron diversos sectores. Las reacciones oficiales y sobre todo presidenciales acerca de estas críticas no tienen cabida, y por eso la única forma de salir medianamente indemne del embrollo es dar marcha atrás, como en otras ocasiones ha debido hacer el gobernante.

El caso hoy comentado es una nueva prueba de la manera poco seria como se manejan algunas de las funciones del Estado. El presidente, y esto es claro, tiene el problema de que sus asesores no tienen en muchos aspectos la capacidad para informarle de los alcances legales y reales de las medidas que se desean implementar. Por aparte, su deseo de referirse a diario a demasiados temas es lo que le ha acarreado innecesarias y frecuentes rectificaciones.

El Estado guatemalteco debe tener la capacidad y organización suficientes para realizar su trabajo de manera efectiva. Algunas veces puede ser conveniente utilizar a empresas privadas, sean estas nacionales o extranjeras, pero la recaudación fiscal es una función de la SAT y es indelegable.

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