Reconocimiento que enaltece

Este es el caso de Marcos Andrés Antil, un descendiente maya q’anjob’al que debió abandonar su patria cuando todavía era niño porque los estertores del conflicto armado estremecían vastas regiones del país. Uno de esos municipios fue Santa Eulalia, Huehuetenango, donde nació y del cual su padre fue alcalde auxiliar, pero ambos bandos habían aterrorizado a miles de pobladores, quienes debían acceder a las demandas de las dos facciones para no poner en peligro sus vidas y las de sus familias.

En ese ambiente de creciente hostilidad, la vida de Marcos Andrés daría un giro trascendental, pues primero debió ver partir a su padre, luego a su madre y, posteriormente, a sus demás hermanos, porque nadie estaba seguro en un territorio que era escenario de cruentos combates. Él fue el último de la familia en salir hacia Estados Unidos, por una ruta por la que han transitado otros miles de migrantes guatemaltecos que han huido de su patria para escapar de la pesadilla.

Marcos Andrés Antil tiene ahora 38 años, la mayoría de los cuales ha vivido en Estados Unidos, su patria adoptiva y la cual le ha permitido destacar en el mundo de los negocios digitales, éxito por el que ha podido trascender fronteras e instalar una de las más grandes oficinas dedicadas al márquetin digital en Guatemala, adonde ansía volver algún día, pues, como confiesa, tiene muy gratos recuerdos de este territorio, de su fisonomía y su gente, con quien espera poder compartir más y también hacerla partícipe de su trayectoria.

Hoy, Prensa Libre se complace en designarlo como Personaje del Año 2014, por su trayectoria y éxitos en un mundo competitivo desde el cual también ha logrado mantener una proyección social. Junto a algunos de sus colaboradores ha dedicado horas de trabajo a la creación de un software libre que facilita el aprendizaje a niños que cursan los primeros años de estudios, lo cual no solo les puede abrir oportunidades, sino darles la posibilidad de manejar herramientas que hoy en día son claves para la competitividad en el campo de la tecnología.

La trayectoria humana de Marcos Andrés Antil sin duda le depara todavía muchos éxitos, como aquel primero que alcanzó a temprana edad, cuando logró salir indemne de un territorio en conflicto, o vivir las peripecias de un migrante, que debe caminar miles de kilómetros tras abandonar el solar patrio para poder reunirse con sus familiares. Una experiencia que se ha vuelto común para miles de compatriotas, que también cotidianamente buscan labrarse un mejor destino y son testimonio de que la adversidad no es una barrera infranqueable.

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