IDEAS

¡A enjuiciarlo ya!

La dignidad y el honor —atributos que se han asociado desde la antigüedad con los guerreros y militares— no son importantes para Otto Pérez Molina. Si lo fueran, desde hace mucho tiempo hubiese renunciado al cargo de presidente y se hubiera presentado voluntariamente a los tribunales a aclarar su situación y limpiar su nombre. Y como ya está claro que no va a renunciar, lo único que resta es enjuiciarlo y, como consecuencia, que sea destituido. La pelota ahora está en la cancha de los diputados, quienes, en su mayoría, lamentablemente, tampoco valoran mucho que se diga la dignidad y el honor. ¿Se seguirán tapando todos con la misma chamarra de la impunidad?

Por supuesto que esto no es nada nuevo, ya que si la dignidad y el honor tuvieran alguna importancia para los políticos, no se involucrarían en la corrupción y se guardarían de tomar muchas decisiones que, de ser conocidas por la población, les representarían escarnio y humillación. Pero se vuelven corruptos rogándole a Dios que no los descubran. Para ellos lo malo no es el crimen que cometen, sino ser descubiertos.

Lo más inverosímil es que mucha gente también se pone en el mismo plano. Ahora que se ve, por ejemplo, a Roxana Baldetti compungida en el estrado de los acusados, hay gente que se conmisera de ella y hasta dice que “pobrecita, cómo la están humillando”. No pasa por su mente que si ella no hubiese sido corrupta no tendría que pasar por esa humillación. La humillación actual es una consecuencia directa de las decisiones que tomó a lo largo de su vida.

Volviendo a Otto Pérez. Ya dejó claro que no le importa que arda Guatemala. Lo que es más, en su discurso del domingo incluso hizo un llamado velado a la confrontación. Así que podemos creer que no renunciará aunque la consecuencia sea más confrontación.

Por lo que ahora el único camino hacia la justicia es que los diputados aprueben quitarle la inmunidad y que sea llevado a los tribunales. Si ellos tuvieran dignidad y honor no habría que presionarlos para que lo hagan, pero si tomamos en cuenta lo acaecido en el Congreso, donde durante casi dos meses han tenido detenido el proceso contra Pérez Molina, definitivamente es necesario hacerlo.

El mentiroso de Otto Pérez Molina dijo hace un tiempo que le había dicho a los diputados del partido oficial que le retiraran la inmunidad; sin embargo, a la hora de la hora, sus diputados votaron en contra de retirarle la inmunidad y en las otras ocasiones se desaparecieron del pleno para que no se le pudiese retirar.

En su discurso del domingo dijo que está dispuesto a enfrentar la justicia, pero lo más seguro es que esa no sea más que otra mentira y que sus diputados, así como sus aliados de Líder, hagan todo lo posible para que el trámite de antejuicio se quede durmiendo el sueño de los babosos en el Congreso hasta que termine su período.

Es momento de que los ciudadanos presionemos a los diputados para que cumplan con su responsabilidad, no porque crea que todavía les quede una pizca de dignidad, sino porque consideran su futuro de cara a las próximas elecciones. ¡A enjuiciarlo ya!

 Fb/jjliber

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).