IDEAS

Condena moral

El solo hecho de que haya personas recibiendo al expresidente como un gran héroe denota que a muchos los principios y valores les vienen del norte y su interés principal es cómo lograr vivir a expensas de los demás, sin importar sobre quién tengan que pasar. De allí que su ideal sea quienes han llegado al ejercicio del poder y se han enriquecido robando los fondos de los tributarios.

Lamentablemente, la corrupción ha corroído tanto la sociedad guatemalteca que ahora los héroes son los ladrones y criminales que se salen con la suya y no las personas de bien que se dedican todos los días a trabajar honradamente para ganarse su sustento y el de su familia. Estamos viviendo en una sociedad con escalas de valores retorcidas, donde los criminales son admirados y las personas correctas menospreciadas.

Antes creía que quienes así pensaban y se conducían eran una minoría que tenían secuestrada a la mayoría de los guatemaltecos, sin embargo, cada vez mis expectativas a ese respecto son menores. El regreso triunfal de Portillo le echa más tierra a mis creencias.

Probablemente todavía exista una mayoría de guatemaltecos que se conducen correcta y honestamente, pero lamentablemente muchos de ellos no tienen el coraje para por lo menos emitir una condena moral hacia los corruptos. Lejos de eso, consienten con ellos y hasta desearían que algunas de sus migajas putrefactas les cayeran en sus platos.

Estamos en momentos críticos para nuestro país y para nuestro futuro. No podemos vivir a medias tintas. No puede usted ocultar su cabeza en la tierra cual avestruz creyendo que si se hace el loco, tarde o temprano la situación mejorará. No va a mejorar hasta que usted no haga algo al respecto. Sí, usted que se considera “bueno” e impoluto pero que no tiene el carácter para condenar la corrupción que está hundiendo nuestro país.

Le garantizo que usted conoce a más de alguien que se está beneficiando de la corrupción. No son solamente los políticos que ocupan los más altos cargos. El Gobierno completo, incluyendo a una buena parte de los “contratistas” que trabajan con el Gobierno, está infestado de corruptos. ¿Les reprocha usted esa corrupción? ¿O simplemente hace como que no ve para evitarse problemas? Si es así, no es muy distinto de quienes reciben a Portillo como héroe. Alfonso Portillo no es el único corrupto. Más de alguien cercano a usted también lo es. ¿Qué va a hacer al respecto? ¿Nada? Entonces no se queje, usted es parte del problema, no de la solución.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).