SIEMPRE VERDE

Corte de Corrupcionalidad

Magalí Rey Rosa

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Muchas personas sentimos indignación y angustia profunda por la situación en que se encuentra Guatemala hoy. No es nueva: todas y todos sabíamos que hay corrupción, pero no cuán enraizada está en el Gobierno, desde cuándo es parte integral de las instituciones gubernamentales, cuánto le han robado al pueblo de Guatemala y cómo tiene secuestrado el sistema de justicia… Hoy la frustración nos asfixia, porque allí están las trampas —diseñadas por quienes llevan años aprovechándose del sistema— para que no podamos hacer casi nada para rescatar nuestro país. Ante la magnitud del problema de corrupción que enfrentamos, tendríamos que dejar de lado nuestras diferencias y actuar como un solo cuerpo en contra de este sistema político que nos ha engañado por décadas.

Hay varios grupos buscándole salidas a esta crisis. Les cuento acerca de una acción ciudadana realizada en clara defensa del orden constitucional. La semana antepasada, un colectivo de académicos, intelectuales y miembros de la comunidad de escritores, bajo la coordinación del abogado constitucionalista Flaminio Bonilla, interpuso una acción constitucional de amparo contra el Congreso de la República. Se denunció que durante los últimos doce años los diputados que pasaron por el Congreso atentaron contra, y violaron, el orden constitucional. Basados en los artículos 241 y 171 inciso d), se señaló que no cumplieron con funciones obligatorias del Congreso y el Régimen Financiero. Desde el 2002 se han negado a conocer y tramitar el Informe de Auditoría que la Contraloría General de Cuentas somete a su conocimiento para ejercer las funciones de rendición de cuentas. Esto hace posible deducir responsabilidades civiles y penales a funcionarios encontrados responsables de actos delictivos. Al incumplir con las normas que regulan el régimen financiero y los mecanismos de fiscalización y control de gastos del Estado, los diputados de las últimas tres legislaturas propiciaron la corrupción y atentaron contra la seguridad del Estado.

Se trata, por medio de esa acción, de impedir que 143 diputados se reelijan, para que personajes como Baudilio Hichos, Gudy Rivera, Delia Back, Luis Rabbé y otros de igual “honorabilidad” ¡re! conocida, sigan haciendo de las suyas eternamente. Que no puedan inscribirse como candidatos a puestos públicos los diputados que figuran en las listas de las legislaturas en cuestión.

Se solicitó también que se declare la comisión de varios ilícitos y que se deduzcan responsabilidades civiles y penales a todos los diputados involucrados. Sorpresa: La Corte Celestial no otorgó el amparo provisional; lo que permitiría que diputados de dudosa honorabilidad sean reelectos. ¿? No extraña, pero sube la indignación a un nivel casi insoportable. Esperemos que los magistrados cambien de actitud, porque de no hacerlo, deberemos sospechar que los guardianes de la Constitución son presa del peor mal que hoy aqueja a Guatemala.

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