Día del periodista guatemalteco

Todo esto redunda en pro de los derechos del hombre de bien y en contra  del dictador, quien es el precursor del atraso y del subdesarrollo de los pueblos que lamentablemente caen en sus garras. La dictadura muere cuando surge la libre expresión del pensamiento, la libertad que vive el hombre se debe  a la libertad de emisión del pensamiento y a personas con criterio definido que la ejercen.

El 30 de noviembre debe celebrarse como el Día del Periodista Guatemalteco, sin distingos de ninguna naturaleza y mucho menos complejos. Se debe olvidar en este grandioso día la división competitiva del gremio y las entidades periodísticas.
Unir los criterios con filosofía constructiva debe ser una meta en pro del mejoramiento individual y colectivo del gremio, con el fin de colaborar con la ciudadanía que lo necesita y lo merece.

Como miembros del periodismo nacional nos sentimos satisfechos por formar parte del engranaje de un gremio y de una entidad que ha podido subsistir gracias a la hidalguía  de sus integrantes. Referencia particular y especial para el Círculo Nacional de Prensa, entidad que ha sido, es y será  valuarte defensor de la libre expresión del pensamiento y el libre ejercicio de los derechos humanos, como fueron concebidos en la inmortal Francia, cuna de la democracia.

  Para defender los derechos adquiridos por el hombre, aún a costa de sangre y la propia vida de grandes hombres, convertidos en héroes y paladines, no es necesario hacer uso de la violencia por ningún tipo de vía. Debemos defender la democracia, las libertades inherentes al ser humano y solucionar todos los problemas con inteligencia, pues es el único medio que no siembra maldad; al contrario, demuestra educación y desarrollo de los pueblos.

 El hombre inteligente hace uso de la razón y utiliza la libertad de expresión. Loor en este día a los insignes periodistas ya desaparecidos, a quienes lucharon por defender los derechos del hombre, con la idea de heredar un futuro mejor a los guatemaltecos.

Flores siempre vivas en la tumba de estos hombres preclaros y de un pensamiento libre como el mismo viento. Estos periodistas que lucharon con la pluma y el pensamiento por el bienestar del hombre, defendiendo la libertad de expresión, y eso les costó la vida.

Que estos comunicadores sepan que la semilla de sus ejemplo seguirá germinando a través de la libre emisión del pensamiento.