CATALEJO

DLE, nueva sigla del diccionario

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EL MIÉRCOLES PASADO terminó el XV Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), realizado en México con la participación de los directores, presidentes y, en algunos casos, directivos de estas entidades, a la cual asistimos Mario Roberto Morales y el suscrito, en representación de la Academia Guatemalteca de la Lengua. Para efectos del conocimiento público, dos de las decisiones tomadas son importantes. La primera, haber decidido la sigla del Diccionario de la Lengua Española, cuya edición número 23 salió a luz hace aproximadamente un año, y presentado oficialmente en Guatemala en diciembre del 2014, en el último acto público realizado en este continente por el doctor José Manuel Blecua.

LA SIGLA DLE es entonces la forma abreviada de referirse al diccionario oficial del español y su pronunciación puede ser “dle” o “de ele e”. Tradicionalmente se mencionaba DRAE, sigla de Diccionario de la Real Academia Española, pero no correspondía a la realidad porque desde hace muchos años ha sido preparado por un trabajo conjunto de las academias hispanoamericanas, norteamericana y filipina con la española, en condiciones de igualdad. En la reunión realizada en Chile, el mes pasado, se mencionaron como opciones: “Diccionario Académico de la Lengua Española (DALE), Diccionario Actualizado de la Lengua Española (DALE), e incluso Diccionario Académico Actualizado de la Lengua Española (DAALE).

ES IMPORTANTE HABER LLEGADO a este acuerdo de llamarlo DLE, porque cada vez más el diccionario es utilizado como fuente de definición de palabras utilizadas en estudios, ensayos, teorías, etcétera, sobre todo en casos potencialmente polémicos, porque las palabras significan lo expresado por el diccionario, y no aquello pensado o creído por una persona individual. Además, en el caso de términos jurídicos, mucha de la discusión termina o no nace cuando el DLE es consultado y con ello su definición resulta fundamental. En el caso de Guatemala, he notado con satisfacción la gran cantidad de ocasiones en las cuales los columnistas utilizan como base de su criterio la definición del diccionario. Ello contribuye al entendimiento de los artículos.

DURANTE LAS REUNIONES DE Chile y de México se comenzó a hablar de la edición número 24, o vigésimo cuarta, del DLE. No se sabe exactamente cuándo saldrá a luz, pero tendrá como característica ser pensado para encarar las realidades tecnológicas y su relación con la forma cómo los hispanoparlantes realizan las consultas. La publicación de la edición 23, el año pasado, hizo pensar a muchos en la posibilidad de ser el último diccionario impreso, pero ello no es así, porque se considera muy importante no abandonar el formato de libro. Se realizará una edición electrónica, porque tiene ventajas como un espacio prácticamente infinito para señalar al lector dónde puede buscar palabras relacionadas, explicaciones adicionales, etcétera.

EL OTRO HECHO INTERESANTE fue la solicitud de ingreso a la ASALE de la Academia de Guinea Ecuatorial, el único país de África donde el español es el idioma oficial. Dos delegados la presentaron y, de acuerdo a los estatutos, las academias tienen tres meses para pronunciarse, lo cual es un hecho. El acento de los habitantes de ese país es muy claro y su dominio del idioma es evidente. Con ello, habrá academias representantes de España, Norte, Centro y Suramérica, Asia (Filipinas) y África. Se trata de una nación pequeña, con 1.5 millones de habitantes, de tamaño un poco menor al de Guatemala. Un dictador prohibió hablar el español, pero no tuvo éxito. Ahora se hablan el portugués y el francés, idiomas hablados en países vecinos.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.