“Señor Presidente: no somos un grupo, somos toda Guatemala la que quiere su renuncia. Somos pueblo. Otto Pérez Molina, diputados y políticos corruptos, ¡fuera del gobierno! Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno. No somos idiotas y estamos cansados de la corrupción. No estoy indignada, estoy emputada. Presidente: yo voté por usted, ahora demando su renuncia. Yo no vine porque me pagaron, vine porque me robaron. Dinosaurios: ya viene el meteorito que los va a extinguir. La indignación es mi recurso contra la corrupción. No vine acarreado, vine encabronado. No tenemos partido, tenemos conciencia. La indignación por el saqueo de mi país no se me pasa. Hasta ahora la calle no ha sido rebasada por nadie, ni contenida, ni encausada. Al carajo los ladrones por que el pueblo ya despertó. El gobierno pensaba que éramos idiotas, indiferentes y callados; ¡nunca más! Guatemala no es un estado fallido; funciona a la maravilla en función de los intereses de las clases dominantes y privilegiadas; es fallido solo para el pueblo. ¡Justicia ya! que devuelvan ya todo lo robado. Ni Otto ni Roxana imaginaron la protesta ciudadana”.

“Por el agüita mágica en el lago de Amatitlán, la ley Monsanto contra nuestro patrimonio natural, la destrucción de la Sierra de las Minas por el saqueo del jade, la destrucción de nuestras montañas y contaminación del agua por la explotación minera, las concesiones petroleras en áreas protegidas, la corrupción del Ministerio de Ambiente y el ecocidio de nuestros manglares y ríos: justicia ya para nuestra Tierra. Las mojarras de Amatitlán no olvidan. Afuera las minerías, no a los monopolios. Fuera las transnacionales; defendamos los recursos naturales. El contrato de Xalalá también es lesivo. Nos robaron mil millones al año en La Línea”.

“Políticos corruptos váyanse asustando, que esto apenas está empezando. ¡Urgente! necesitamos sangre tipo Árbenz. Le toca será mi huevo. No le toca. Ya huevió, está hueviando, le toca hueviar. No sé cuántos ingredientes lleva la receta de la Dignidad, pero de que lleva huevos, lleva huevos. Anótenlo: no más corrupción. Los pacientes del IGSS están muriendo por corrupción. Estoy tan enojado que en lugar de salir a chupar, salí a protestar. Los hospitales públicos lloran sangre. No más presos políticos, queremos políticos presos. Un pueblo dormido puede soñar; un pueblo despierto puede avanzar. Militares nunca más al servicio del capital. No nos falta dinero, nos sobran ladrones. Un planeta decadente donde un burro es presidente. No más campañas electorales millonarias. ¿Las bancadas permitieron esto? No somos de izquierda ni de derecha; somos los de abajo que venimos por los de arriba. Guatemala no es un país pobre, es un país saqueado. Quien empieza comprando la presidencia termina vendiendo la Patria. Fuera las ratas ¡ya!”.

Así se expresó el pueblo de Guatemala. Es tan importante sentirnos unidos frente a la corrupción, que a mí me enfurece (pero no me sorprende) que una des“informadora” se atreva a referirse peyorativamente a la manifestación de los pueblos indígenas y a calificar a sus participantes como criminales.