Su uso se remonta a civilizaciones antiguas como la de Egipto, hace miles de años, así como las de Mesopotamia o Grecia. En el siglo XXI el rostro masculino es reflejo del hombre moderno, que busca cuidarse y verse mejor.

“Lucir la barba era cuestión de cada época. En algunos momentos fue socialmente aceptado y en otros fue sinónimo de descuido o suciedad, pero en la actualidad, hay muchos que han decidido tener un look con vello facial”, asegura Ramírez.

ELECCIÓN
Antes de aventurarse a elegir algún tipo de barba, hay que considerar que el crecimiento de vello en el rostro es cuestión de genética y que no se da en todas las personas.

La elección también depende de la forma de la cara, así como de la rapidez del crecimiento del vello facial o las áreas en donde la barba se torna más espesa. Esto requiere de una observación minuciosa.

“El primer paso es arriesgarse a probar algo nuevo. Yo aconsejo a que dejen que su barba crezca y que poco a poco vayan recortándola hasta llegar a una con la que se sientan más cómodos, ya sea con el estilo candado, barbas prominentes o cortas“, aconseja el experto.

Ramírez también sugiere prestar atención a los comentarios que emiten las personas sobre el look. “Los demás nos pueden orientar si la barba va con nuestra personalidad o si nos hacen ver más serios”, dice el experto.

La elección  de un estilo de barba depende del gusto de cada persona.

También es indispensable tener ciertos cuidados para mantener presentable la barba e hidratar el área.

“Hay que recordar que la barba tiene como raíz la piel del rostro y que la producción de grasa en esta área es diferente, por eso la necesidad de humectación para evitar resequedad y molestias”, comenta el experto.

CONSEJOS
Para lucir una barba presentable es importante seguir las siguientes sugerencias:

Tener utensilios como tijera de peluquería, un peine para dar el grosor adecuado a la barba, una rasuradora o talladora, y una navaja de afeitar o rasuradora.

Antes de rasurar es preciso aplicar agua tibia para relajar la piel y evitar irritaciones, ya que esto hace que el poro se dilate y mantenga el vello más suave.

Al momento del rasurado hay que aplicar crema o espuma para afeitar, sobre todo en aquellos que tienen barbas prominentes.

Luego de afeitar hay que lavar el rostro con agua y jabón (de preferencia orgánico) para mantener humectada la piel.
Hay que  aplicar una crema o aceite rehidrante después del rasurado.

El movimiento para rasurar debe seguir la dirección opuesta al crecimiento del vello; es decir, si este crece para arriba, el movimiento debe de ir en la otra dirección.

No utilizar una rasuradora si esta carece de filo, ya que dañará el rostro. De igual forma, las hojas de afeitar deben utilizarse solo una vez.

La visita con un estilista varía en cada persona. Sin embargo, hay que acudir con un barbero periódicamente para mantener el recorte de la barba en óptimas condiciones.

Aprenda más sobre los estilos de barba al descargar el archivo de la edición impresa.

Fuente consultada: Lalo Ramírez, Salón de belleza spejos, tel. 2363-4183.