Las ventas ambulantes de ese platillo, considerado como típico, han fortalecido la gastronomía local, gracias a la forma como los comerciantes exhiben —en sus carretas— los cerdos horneados para atraer a los clientes.
Élmar Josué de León Pac, exdirector de la Casa de la Cultura y promotor artístico cultural, refirió que debido a que en Coatepeque viven personas de diferentes regiones del país ha sido difícil instituir costumbres y tradiciones propias, pero que a pesar de eso la gastronomía ha ganado espacios importantes.
Añadió que las actuales generaciones han comenzado a proponer el establecimiento de costumbres y tradiciones, entre ellas el consumo de tacos de cerdo horneado.
Emilio Maldonado Trujillo, alcalde, señaló que el cerdo horneado ha sido consumido durante generaciones en Coatepeque, ya que en el pasado esa era la comida tradicional en las fiestas.
Añadió que en los últimos años los tacos de cerdo han ganado más aceptación, debido a que vecinos del lugar implementaron ventas ambulantes, las cuales recorren las zonas comerciales de la población.
Exigencias
Debido a la creciente demanda de los tacos de cerdo, hoy en día se contabilizan unos 25 vendedores ambulantes, a quienes la Municipalidad les exige que cumplan con requisitos sanitarios que garanticen la buena calidad de los alimentos, según Víctor Manuel Solano Flores, gerente de la comuna.
Solano señaló que toda la carne que sea comercializada en las ventas de tacos debe ser procesada en el rastro municipal, donde una veterinaria supervisa la salud de los cerdos que se sacrifican.
Arnulfo Rosales, visitante, señaló que el sabor de los tacos de cerdo de Coatepeque es incomparable, pues quienes los preparan les dan el punto exacto de cocción.
A fuego lento
Los cerdos que se utilizan para la preparación de tacos al horno pesan entre 75 y cien libras, y son preparados con ingredientes especiales que les dan el sabor que los caracteriza. Luego son cocinados durante dos o tres horas —según el tamaño del animal— a fuego lento en hornos tradicionales de barro que funcionan a base de leña.
Finalmente son enviados a los vendedores, quienes utilizan su ingenio para mantener la carne caliente y complacer a sus clientes.