Los inconformes señalan que Castillo y algunas maestras exigen dinero y organizan rifas, cuyas listas de números tienen que ser vendidas por los estudiantes, de lo contrario los padres deben absorber el costo de las mismas.
Agregaron que docentes mandan a algunos niños a vender comida para agenciarse de recursos, y si los menores no pueden son los padres quienes deben hacer la referida labor.
Uno de los manifestantes que se identificó como René González dijo que la excusa que dan las maestras es que el dinero recaudado está destinado para mejorar las condiciones de la escuela.
Añadió que en la última reunión que hubo en el establecimiento educativo, maestras informaron que han reunido Q34 mil; sin embargo, señaló que no se han hecho mejoras al edificio.
Otro vecino informó que el fin de semana último los padres de familia enviaron una solicitud a la directora para efectuar una reunión y tratar el tema, pero Corina Castillo no se presentó.
“Nos hace de menos, pero cuando la escuela organiza una reunión exige que uno sea puntual”, enfatizó.
Lorena López, otra vecina, indicó que los avances en infraestructura han sido por iniciativa de padres de familia, y no por la ayuda del personal docente.
Resaltó que el nombre de la escuela se debe a Ramón Campollo, quien donó el terreno donde está el edificó; sin embargo, la administración actual pretende cambiárselo, a lo que pobladores también se oponen.
“Si Castillo continúa como directora los niños no vendrán a recibir clases. Ya no la queremos”, exclamó López.
Castillo aseguró que los señalamientos son falsos y que no tampoco tienen planificado cambiarle de nombre a la escuela.
“Yo tengo solvencia moral. Si ellos tienen pruebas en mi contra que las presenten, les recuerdo que por calumnia y difamación hay cárcel”, manifestó.