“Comercializar con personas es un delito, sin importar el fin. En Sololá hemos llegado a saber que hasta catálogos de jovencitas existen. Por ello vemos importante este tipo de actividades, para que los jóvenes no sean víctimas de ese delito. Sobre todo se les habló del cuidado que deben tener con lo que publican en las redes sociales”, resaltó Calderón.
Según Eleonora Castillo, fiscal distrital del MP en Sololá, las cifras que se manejan no representan la realidad del problema en el departamento, porque hay otras dependencias que conocen de casos pero no han presentado denuncias.“Lo que sucede es que no existe cultura de denuncia. Las cifras no representan lo que en realidad sucede en el departamento. Este delito sí se está dando, por eso unimos esfuerzos entre instituciones gubernamentales y no gubernamentales para prevenir y lograr erradicarlo”, dijo Castillo.
Según la fiscal, los municipios con mayor riesgo de ese delito son los que tienen más índices de visitantes, como San Pedro La Laguna, San Marcos La Laguna, Panajachel, Santiago Atitlán y San Juan La laguna, ya que Sololá es el tercer destino turístico del país.
Antonio Buch Ramos, líder comunitario de Panajachel, expresó: “Somos afortunados de vivir en un destino turístico, pero existen desventajas sobre el tema de trata de personas. Como líder conozco el comercio ilegal de seres humanos para esclavitud laboral, tanto en bares como en la venta de drogas, y hasta a menores de edad, para utilizarlos en pornografía infantil”.
Cifras
- El MP reportó 596 víctimas detectadas el año pasado, mientras que en el 2015 fueron 673.
- La modalidad por explotación sexual ocupa el primer lugar, seguida de la explotación laboral (15%), la mendicidad (13%), la venta de personas (7%), la prostitución ajena (7%), el trabajo forzado (4%) o la pornografía (4%).
- Según los datos del MP, de las víctimas rescatadas el año pasado el 66 por ciento son mujeres.
- La Procuraduría General de la Nación (PGN) rescató 170 niños y adolescentes víctimas de trata, de estos el 59% fueron víctimas de explotación laboral, 20% de explotación sexual y 12% por mendicidad.