Economía

A Centroamérica le espera mayor inflación y menor crecimiento económico en el 2022 ¿Por qué?

Centroamérica no escapará de los efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que ya se habla de posibles escenarios para la región en cuanto a inflación y crecimiento económico.

Inflación importada en Centroamérica

En enero del 2022 la inflación importada en Centroamérica representaba 4.7%, según informe regional. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El aumento de los precios del petróleo y sus derivados, de la energía y de muchas materias primas son las principales presiones inflacionarias para Centroamérica, región que experimenta un comportamiento similar al que se presentó hace 10 años.

De mostrar y mantener inflación moderadas en los últimos cinco años en un promedio de 2.7%, los países centroamericanos y República Dominicana (CARD), en enero del 2022 registraron un indicador de 5.8% de lo cual, 4.7% es subyacente o importada, reveló un estudio del Consejo Monetario Centroamericano (CECMCA) publicado el lunes 21 de marzo.

Por otra parte, el último informe de coyuntura económica del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), resalta que el efecto contagio de la tensión geopolítica entre Rusia y Ucrania ocasionará mayores obstáculos al restablecimiento de las cadenas de valor globales, aumentará los precios internacionales de las materias primas y la inflación, lo que incluso podría repercutir en un menor crecimiento económico mundial en este año.

Los efectos que se derivan de esta situación internacional podrían presentarse en las siguientes semanas en los países, advierte el análisis del BCIE.

Inflación focalizada y reacciones

El CECMCA, resalta que “las presiones inflacionarias parecen estar sectorizadas, debido a que los rubros que han aportado mayormente a esta dinámica en los precios son los asociados al transporte, vivienda y alimentos, los cuales se han visto más afectados por los aumentos en los precios internacionales de las materias primas y la energía”.

Ante esta situación, expone, los bancos centrales de Centroamérica han adoptado decisiones encaminadas a retornar a condiciones monetarias normalizadas respecto a la postura más relajada de política monetaria que se implementó durante el año 2020, cuando se presentaron los efectos de la pandemia y que, de alguna manera, permitió amortiguar sus efectos negativos.

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Según el referido organismo con sede en San José, Costa Rica, al comparar el crecimiento de la base monetaria -que es la suma de los activos externos netos y los activos internos de los bancos centrales- en la región, en promedio se mantuvo desde abril del 2020 -en plena crisis sanitaria- hasta septiembre de 2021, en alrededor de 13.9%. Mientras que a partir de octubre, la tendencia se desaceleró a 6.8%.

Los bancos centrales de Costa Rica y República Dominicana decidieron ajustar al alza sus tasas de política monetaria -que también es de referencia-, “coherente con una postura más normalizadora, coincidente con economías en proceso de recuperación”.

Otra reacción viene por la vía de la política fiscal, y según el CECMCA, también se observan cambios en las posturas, en el sentido de moderar el gasto público, el retiro paulatino de los programas o paquetes de apoyo y protección social, así como de reactivación productiva.

Mejor comportamiento fiscal

Por el lado de la recaudación tributaria, éstos han mejorado sustancialmente, logrando como resultado una estabilización del déficit fiscal de los gobiernos en la región, que pasaron de un promedio de 4.8% del producto interno bruto (PIB) en septiembre de 2020 a 1.5% del PIB para el mismo mes del año 2021, y reconocen que esa estabilización ha ayudado a normalizar la dinámica de la demanda agregada, liberando en alguna medida las presiones inflacionarias internas en la región.

“La región CARD en general, ha tomado decisiones de política económica coherentes con la estabilización de la actividad productiva regional. No obstante, los factores externos latentes que están generando presiones inflacionarias persistentes y que han sido exacerbados por el conflicto ruso-ucraniano, crean una situación compleja para la ejecución de política económica en el corto plazo, la que radica en la misma naturaleza de los factores que avivan los aumentos de precios”, remarca el documento.

El Consejo Monetario advierte, que por ser estos factores exógenos al contexto de las economías de la región, las decisiones más agresivas para controlar la escalada de precios, sobre todo a través de política monetaria, no podrán contrarrestar de forma eficiente esas presiones, sin que la actividad productiva o económica en general sufra los efectos contractivos por políticas más duras frente a la aceleración de la inflación, que implican principalmente tasas de interés más altas, en una coyuntura de recuperación económica.

Escenarios para la región

En la construcción de escenarios para la región CARD, ese organismo elaboró dos: para la inflación y para el crecimiento económico en 2022.

Aclaran que el primero, que es el base, fue elaborado en febrero y el otro, alternativo, en los cuales se incluyen expectativas surgidas por el conflicto.

Por ejemplo, en el escenario base para el primer y segundo trimestre del año, sitúan el precio del barril de petróleo WTI -barril intermedio de Texas- en US$85 y US$82; mientras con el escenario alternativo, lo colocan en US$115 y US$125.

En tanto que la variación del porcentaje del PIB de Estados Unidos en el escenario base, se sitúa en US$4.2% y 3% para el primer y segundo trimestres del año; y en el alternativo, en 3.6% y 2.4% respectivamente.

“Los resultados obtenidos muestran que el aumento significativo en los supuestos de los precios del petróleo y del resto de materias primas, sumado al menor crecimiento esperado de EE. UU., impactaría de forma significativa a la región CARD, con una inflación mayor a la del escenario base en 2.5 puntos porcentuales para 2022 y de 2.8% para 2023, mientras que para el crecimiento económico se esperaría un desempeño menor respecto al escenario base de 0.6 punto porcentuales para el 2020, mientras que para el año 2023 el desempeño sería similar en ambos escenarios, pues  apenas se registra una décima por encima en el escenario alternativo.

En todo caso, según las conclusiones del informe regional, “las presiones inflacionarias que actualmente enfrenta la región CARD provienen de situaciones externas que se gestaron desde el año 2021, mientras que el conflicto entre Ucrania y Rusia ha exacerbado esta situación, configurando un escenario internacional con precios aún más altos de materias primas, donde destacan los incrementos del precio del petróleo, aparte de un menor crecimiento de la actividad productiva de EE. UU.”

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Además, en los ejercicios de pronóstico presentados, la región CARD esperaría una inflación de alrededor de 8.7% para el año 2022, mayor al 5.7% 2021.

“Esta mayor inflación será principalmente impulsada, en primer lugar, por el aumento de los costos en el sector de transporte, y, en segundo, dependiendo de la configuración de la matriz de generación de energía de cada país, será por el aumento de los costos de la energía al interior de la región. Es importante mencionar que ambos sectores tendrán incidencia en toda la estructura de precios del resto de rubros, debido a los efectos de segunda vuelta”, señala el documento en la parte de consideraciones finales.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.