Economía

Coronavirus: Las 3 fallas que debe corregir el Gobierno al presentar estadísticas sobre casos de covid-19

Expertos consideran que uno de los errores es la forma de comunicar la información, ya que en Guatemala no hay una costumbre en el manejo de bases de datos, cruciales para la implementación de programas sociales.

Representantes de diversos sectores coinciden en que tener mejores estadísticas mejoraría la gestión en diferentes niveles por el nuevo coronavirus que ofrece el Ministerio de Salud, y Asistencia Pública (MSAP). (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

Representantes de diversos sectores coinciden en que tener mejores estadísticas mejoraría la gestión en diferentes niveles por el nuevo coronavirus que ofrece el Ministerio de Salud, y Asistencia Pública (MSAP). (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

Tener la información más precisa de los casos originados por la pandemia podría mejorar la calidad de las decisiones gubernamentales, sin embargo, esta crisis evidencia los problemas históricos que Guatemala enfrenta en el manejo de las estadísticas particularmente las relacionadas con la salud.

Representantes de diversos sectores coinciden en que tener mejores estadísticas mejoraría la gestión en diferentes niveles.

En la actualidad el Ministerio de Salud, y Asistencia Pública (MSAP) –ente rector de la emergencia– ofrece información absoluta de los casos reportados diariamente, pero no se conoce aún la magnitud.

Manejo equilibrado

El matemático Juan Pablo Pira, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes) alertó que una cifra demasiado baja puede llevar a una situación de mucha confianza y sacar a las personas antes de tiempo, como le pasó a Estados Unidos y varias ciudades tuvieron que regresar al confinamiento por el surgimiento de brotes.

Por otro lado, según el experto, manejar una cifra demasiado alta podría ser otro error denominado tipo dos, y significaría que, aunque las cosas estén bajo control, pero como hay una cifra demasiado alta, las personas no saldrían a la calle aún, y representa pérdidas o costos.

“Si tengo cifras demasiado bajas con respecto a la realidad puede haber confianza, normalizar las actividades y es exponerse antes de tiempo. Si hay cifras demasiadas altas, no salen y eso representa costos. Entonces lo que hay que ir balanceando es que esos dos extremos estén en un nivel manejable, usualmente aumentando la muestra”, precisó Pira.

Las autoridades del MSPA deberán hacer un juego, y determinar en qué medida deben ser las pruebas aleatorias, para mantener los datos seguros, sin irse a ninguno de los dos extremos, aseveró el experto de Asíes.

“En el país aún prevalece la incertidumbre y no hay una estadística fiable para la toma de decisiones en cuanto a la reapertura de las actividades económicas”, señaló David Juárez, vicepresidente de la Cámara Guatemalteca Coreana de Comercio (Camcor), y se desconoce cuándo terminará el confinamiento obligatorio.

Las 3 fallas estadísticas

Jorge Benavides, investigador de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), aseguró que se están presentando dos aspectos muy puntuales en el manejo de datos estadísticos.

Dentro del MSPA y el Departamento de Epidemiología, hay tres problemas que no se han logrado subsanar a la fecha, y el primero es unificar la forma de reporte y comunicaciones continuas en las cuales no existen formatos, pero sí se han logrado formatos para algunos vectores como malaria, zika o Chikunguña, que en estos casos es menor la cantidad de reportes.

“Hay casi 700 casos diarios de covid-19 y cada reporte es una enfermera llenando un papel, todo se procesa, se tabula y se consolida, y ese es un problema para reportar datos”, enfatizó el investigador.

El segundo aspecto son las definiciones estadísticas, ya que en la actualidad las unidades que reportan envían números totales.

Citó, por ejemplo, que el Hospital Roosevelt envía cuatro casos, tres fallecidos y dos recuperados, pero mañana, el que fue positivo, pudo haber cambiado de positivo a fallecido o recuperado, y ese problema lleva a números “muy inflados”, ya que no es el seguimiento que se le brindó al paciente.

Recordó que, en estadísticas continuas, se llevan registros por pacientes y esas tablas son las que se han solicitado al Departamento de Epidemiología, que se presenten, y ese registro por paciente, y ese es un problema.

El tercer aspecto es la forma de comunicar la información, ya que en Guatemala no hay una costumbre en el manejo de bases de datos, y lograr sistemas que automáticamente se estén actualizando las informaciones con la fecha más reciente disponible, y particularmente en el MSPA, según Benavides, es muy difícil, ya que no hay personas que manejen bases de datos.

El investigador de Fundesa indicó que se necesita contar con información tanto de salud como de economía para tomar decisiones rápidas, y es uno de los retos que no se ha logrado resolver.

El investigador Jorge Benavides de Fundesa afirmó que muchas veces a las personas más necesitadas de los programas de apoyo social la ayuda no les llega más rápido, y Guatemala carece de información actualizada. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

En deuda con programas sociales

Con relación a la ejecución de los programas sociales de apoyo económico como el Bono Familia, Benavides explicó que existe una preocupación y una relación entre necesidad y el apoyo a las personas que está llegando.

La mejor correlación que existe es entre beneficiarios, acceso a un banco, acceso a servicios de internet, a un teléfono o el que trabajador recurrente en el sistema formal.

Entonces lo que pasa, es que, si existe un celular, acceso a internet y probablemente trabajador formal, no es la persona que más rápido necesita ser el beneficiario de un programa social.

Benavides afirmó que para llegar a esa población, que, por ejemplo, no cuenta con un contador de electricidad en sus casas se necesita otro sistema de monitoreo.

Explicó que en otros países funciona la seguridad social como sistema, en la cual una persona no podrá recibir servicios de salud si no cuenta con su registro al día, como un NIT, pero realmente es de salud.

Ese registro permite obtener la información de donde vive, sus ingresos, tamaño de su familia, las condiciones de su hogar, y en Guatemala no se cuenta con esos registros, y se tiene que “triangular” con otras bases de datos y otros criterios.

Eso invita a llevar a cabo, a futuro, registros actualizados, y las personas deberán reportar por lo menos las condiciones en los hogares, y eso en cualquier momento permite al Estado ubicarlos, conocer sus necesidades y atenderlos rápidamente.

Cruz Calderón añadió que cada programa tiene distintos objetivos, y por ejemplo el Bono Familia que ejecuta el Ministerio de Desarrollo (Mides) es un programa social muy amplio, el INE suministró, la base de datos del Censo de Población y Habitación del 2018-19, y fue utilizada para determinar a las personas para brindarles el beneficio económico.

Aparte, indicó que a las municipalidades que han solicitado apoyo para el programa de Apoyo a la Economía Informal, se proporcionó información derivado del Censo, y aclaró que no hay base de datos para llegar de manera individualizada.

El propósito es que los ministerios y las municipalidades puedan focalizar las regiones, lugar poblado o aldea sobre las condiciones de vida, número de habitantes, edades y sus condiciones de vida, como techo, material piso, paredes del hogar en general.

Con esa información las entidades involucradas pueden focalizar apoyos.

Estadística vital

Abel Cruz Calderón, gerente del Instituto Nacional de Estadística (INE), expresó que desde este organismo apoyan en la recopilación de las estadísticas vitales como de nacimientos y defunciones, que es información que remite el Registro Nacional de Personas (Renap), que inscribe todas las defunciones.

“Yo no puedo entrar ahora a criticar el tema de la calidad de estadística, ya que en este caso recibimos la información del Renap, y en función a esos datos los convertimos a información estadística”, subrayó el gerente.

Lo que se está trabajando ahora, según Cruz Calderón, es que la información esté disponible en un trimestre atrasado, con el fin de apoyar a que exista una estadística más actualizada para la toma de decisiones, se asignó a más personal con este tema, y se espera publicar antes de julio, las estadísticas a mayo, con información del Renap, sobre todo las defunciones, que son de las fuentes de información primaria o sea de los hospitales, y es una data muy importante.

Esa situación permite que el MSPA pueda brindar esa información 24 horas.

Ahora, la estadística de defunción lleva un poco más de tiempo, ya que el Renap traslade la información de todo el país.

Recordó que el MSPA, necesita conocer esa información diaria para la toma de decisiones en las atenciones, como personal médico, insumos, recursos financieros, etc., mientras el INE es para crear información para la toma de decisiones a un mediano y largo plazo.

Pira explicó que los casos que se dan a conocer son básicamente la carga que tiene el sistema hospitalario, que es el punto central.

“No se está viendo cuánto es el número de personas enfermas, que seguramente hay muchos más, sino que cuantos están representando cargas en los hospitales”, afirmó.

Agregó que el asunto que se dio en la última semana, y se desconoce si las pruebas que se hacen en establecimientos privados se reportan al MSPA, y si existe una obligación de registrarlos.

“Hubo una caída, luego un alza de casos en las últimas semanas, y creo que fue una mala forma de presentar, y nunca se había dicho a qué horas era el corte. Pueda ser que ahora los casos confirmados puedan ser los reportados”, aseguró el analista de Asíes al recordar que son legítimos los cambios.

Ajustes y correcciones

Julio Héctor Estrada, exministro de Finanzas, enfatizó en que se tiene que ser transparente en presentar los informes diarios con base en un seguimiento y protocolo estrictos, así como hacer las revisiones semanales estadísticas para cuadrar con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y el Renap algo que no se puede hacer todos los días, pero sí cada dos semanas o 15 días.

“Es algo muy difícil de medir, pero hay que ser transparente y no se pueden cometer errores de esconder datos. Se tiene que revisar de manera consistente los reportes de fallecimientos con Inacif y Renap e investigar bien si hay desajustes semanalmente y eso no es un pecado sino un error”, afirmó Estrada.

El gerente del INE explicó que por fallecimiento de covid-19 se estableció un código de defunción como protocolo internacional.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.