Además, que es el indicador más alto en el primer semestre del año.
Con este resultado del mes pasado, todo parece indicar que en el siguiente trimestre podría haber una recuperación, y es una señal de que existe reactivación en la economía de los Estados Unidos, a pesar de los efectos del covid-19 y el confinamiento, y una caída que se proyecta para este ejercicio en ese país.
Comparación con otros períodos
La posición lograda en junio reflejó un incremento del 15% con respecto a mayo o sea US$126.5 millones más.
En mayo el ingreso fue de US$836.7 millones, que estacionalmente se asocia por la celebración del Dia de la Madre en Guatemala, y los migrantes hacen un esfuerzo por enviar más transferencias. Pero en junio se superó ese comportamiento estacional que se presenta en mayo.
Al hacer la comparación con junio del 2019, también se muestra un crecimiento del 9.2%, y representa US$81 millones más, ya que, en esa ocasión el ingreso fue de US$882 millones.
En el primer semestre del 2020, el ingreso promedio es de US$813 millones, mientras que en el 2019 fue de US$821 millones, para tener otra lectura de comparación.
Sin embargo, se puede observar que el quiebre de las cifras en el primer semestre fue en marzo con US$746.7 millones y en abril por US$690.7 millones, que coincide con los meses críticos de los efectos de la pandemia en los EE. UU., y que obligó adoptar medidas de confinamiento en varias ciudades y la restricción de algunas actividades productivas en la cual se emplean los migrantes.
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Por otro lado, el ingreso de divisas por este concepto sigue siendo sólido en la economía guatemalteca a pesar de las crisis generado por la pandemia.
El Banguat reporta que en el primer semestre el recuento es de US$4 mil 880.2 millones -Q37 mil 577.5 millones-, ligeramente inferior en US$46.7 millones al compararlo con el primer semestre del año pasado cuando fue de US$4 mil 926.9 millones.
En términos porcentuales la caída es de -0.9% de enero a junio.
José Alfredo Blanco Valdés, vicepresidente del Banguat, declaró el pasado lunes en las jornadas de Presupuesto Abierto, que Guatemala tiene un mejor desempeño en el ingreso de remesas en estos momentos comparado con El Salvador y Honduras, que muestran caídas de doble digito.
Apenas la caída en el primer semestre es de 0.9%, y existen varias causas que explican ese comportamiento.
“En los países del Triángulo Norte de Centroamérica, Guatemala presenta mejores indicadores, ya que los migrantes están al pendiente de sus familias en coyunturas como esta y desean volver; no ocurre con lo mismo en los países vecinos”, remarcó el funcionario de la banca central.
Recordó que en la revisión de la política económica del pasado 24 de junio, el indicador de las remesas fue ajustado, aunque se mantendrá en terreno negativo para este ejercicio, se prevé que tendrá un menor impacto a lo esperado.
La nueva proyección indica que habrá una caída del -6.5%, y con ingreso estimado de US$9 mil 825 millones, que representará US$683 millones menos al ingreso del 2019 que ascendió a US$10 mil 508.3 millones.
Más confianza
Para Jahir Dabroy, analista en temas migratorios de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), el reflejo de las remesas en junio muestra dos claras tendencias a favor de los migrantes.
Por un lado, existe una recuperación de la confianza de la economía de los Estados Unidos y por la reapertura económica. Por otro, los migrantes retuvieron sus despachos en el segundo trimestre –abril, mayo y junio– para mantener un contingente monetario para poder atender sus gastos de salud, medicamentos, alimentación u otros imprevistos por la crisis sanitaria cuando afectó a varias ciudades de Estados Unidos.
El experto aseveró que la disminución de las remesas observado en marzo y abril se explica por la incertidumbre y las preguntas frecuentes de la comunidad migrante: “¿qué pasará a futuro?”, “¿si me contagio, puedo recibir atención médica?”, “¿me pueden deportar si no tengo papeles y acudo a un hospital?”, pero al aclararse y resguardarse, ahora se respira mayor confianza que se refleja en el reporte de junio.
“Incide una reactivación económica en varias ciudades de EE. UU., y hablaba con migrantes en Texas que confirman que ya están activos laboralmente. La actividad económica regresó casi a su normalidad en varias ciudades”, puntualizó.
Dabroy explicó que se puede percibir una recuperación y mayor confianza de la población migrantes por la reapertura económica, que será sostenido en los siguientes dos meses.
“Es probable que la reactivación económica en EE. UU. pueda traer una recuperación inmediata en las remesas, y al haber certeza, se comenzará a fluir ese dinero”, puntualizó.
Según el Banguat, las remesas representaron 13% del PIB en Guatemala en 2019, y el escenario para 2021 es más optimista con un crecimiento del 10% para situarse en US$10 mil 807.8 millones, según las estimaciones.