En un mensaje pregrabado, el presidente Alejandro Giammattei y el ministro de Trabajo Rafael Rodríguez Pellecer informaron de la decisión de congelar la paga mínima que cobrará vigencia a partir de mañana.
El acuerdo gubernativo 250-2020 del Ministerio de Trabajo, publicado ayer en el diario oficial, justifica la decisión por los efectos económicos y sociales del covid.
En el primer año de mandato, solo en 2004 el presidente Óscar Berger congeló el salario para el siguiente ejercicio, y en 2020 repite Giammattei.
Razones
Rodríguez Pellecer expuso que este año se dio una caída del -1.5% en la economía, así como la pérdida del empleo formal por la reducción del número de cotizantes al IGSS, que hasta septiembre reportó -5.8%.
El funcionario hizo énfasis en que se llegó a los niveles del 2016 de cotizantes y que, con base en esta referencia, se pudieron haber perdido 80 mil empleos formales.
“Las argumentaciones que se utilizaron fueron de carácter económico, ya que estamos en un año de contracción a nivel mundial y nacional, y vamos a terminar con un PIB en negativo que reduce las capacidades productivas, tanto de las empresas como de los trabajadores para crecer, aunque las expectativas son alentadoras. Seguimos estando en un año pospandemia”, añadió Rodríguez.
El planteamiento, según Rodríguez Pellecer, es que las empresas puedan recuperar las capacidades productivas que se perdieron en 2020 y proteger que no se pierdan más empleos formales.
El acuerdo gubernativo incluye explorar los estudios para la fijación de salarios departamentales o regionales.
Cómo queda
Para las tres actividades productivas —agrícola, no agrícola, y de exportación y maquila— el salario será el mismo para el siguiente ejercicio, y se acumularán 24 meses con los mismos ingresos que recibirán los trabajadores, a pesar de que el mes pasado la tasa de inflación —alza generalizada de precios en la economía— fue de 5.46 por ciento, la más alta en el último año, influenciada por los efectos de las tormentas en la agricultura. Eso significa que hay un encarecimiento de los bienes y servicios.
El salario diario para actividades no agrícolas para 2021 seguirá en Q92.88 —Q11.61 la hora— o de Q2 mil 825.10 mensual más la bonificación de ley de Q250, que suma Q3 mil 075.10.
Para las agrícolas, quedará en Q90.16 diarios —Q11.27 la hora—, Q2 mil 742.37 mensual, más la bonificación: Q2 mil 992.37.
Este sector acumula cuatro años consecutivos con salario congelado.
Para maquila y exportación, el pago diario es de Q84.88 —Q10.61 la hora—, ingreso mensual de Q2 mil 581.77, más la bonificación: Q2 mil 831.77.
En la fijación de los tres sectores los ingresos están por debajo del costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que a noviembre era de Q3 mil 599.54, equivalente a Q119.98 diarios, y bastante más lejos de la Canasta Ampliada, de Q8 mil 311.11. Para 2021 se proyecta una tasa inflacionaria del 3 al 5 por ciento.
Reacciones
Cristian Mayorga, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, sostuvo que es una decisión acertada, porque las empresas continúan en período de recuperación económica por el impacto de la emergencia.
Reiteró que con esta medida se logran preservar los empleos que tanto se necesitan en el país.
Javier Zepeda, director de la Cámara de Industria, afirmó que son respetuosos de la decisión presidencial, y lo más importante ahora es concentrar las fuerzas en la reactivación económica, generar empleo y recuperar las plazas que se perdieron por la pandemia y las tormentas tropicales de noviembre último.
Adolfo Lacs Palomo, dirigente sindical, consideró que la decisión de Giammattei fue un “error”, ya que hubo actividades productivas como las de industria de alimentos y bebidas, agricultura y sector bancario, que tuvieron un desempeño positivo este año, y por tanto tienen la posibilidad de ajustar el salario, a diferencia del sector turismo, restaurantes y hoteles, que registraron grandes pérdidas.
Puntualizó que con un ajuste a los ingresos de los trabajadores se puede estimular la economía, porque habrá mayor demanda de bienes y servicios, y tendrá un efecto multiplicador en la generación de nuevas plazas de empleo.
Por otra parte, motivará la migración de un porcentaje de la fuerza laboral a Estados Unidos, por las condiciones de precariedad salarial, señaló.