Economía

Deportado dos veces, este guatemalteco fundó una empresa digital que ahora vende US$8 millones

Sin hablar inglés y solo un poco de español huyó del conflicto armado y hoy tiene una empresa de e-commerce y marketing digital en Estados Unidos.

Marcos Antil es el fundador de la empresa Xumak. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Marcos Antil es el fundador de la empresa Xumak. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Marcos Andrés Antil es un indígena maya de lengua q’anjob’al, proveniente de una familia de jornaleros guatemaltecos.

Marcos Andrés Antil es un indígena maya de lengua q’anjob’al, proveniente de una familia de jornaleros guatemaltecos.

Durante el conflicto armado, su padre recibió amenazas de muerte, por lo que emigró a Estados Unidos en 1986. En los siguientes años el resto de la familia comenzó a dejar Guatemala, y el último en hacerlo fue Marcos, quien a los 13 años emprendió su cruzada.

No hablaba inglés y apenas comenzaba a aprender español. La travesía no fue fácil, en dos ocasiones lo regresaron a Guatemala antes de llegar a Tuxtla Gutiérrez, México, hasta que consiguió viajar por avión y llegar a Tijuana, donde cruzó la frontera con 14 años.

“No conocía nada del tema”

El guatemalteco quería ser abogado o médico, pero ambas eran carreras muy caras. En un viaje a San Francisco conoció a un ingeniero en ciencias de la computación, que le explicó lo que hacía y cuánto ganaba:

“No conocía nada del tema, pero no vi el camino, sino el fin, que era resolver el problema financiero que teníamos en la casa”. Consiguió una beca completa en la Universidad Estatal de Bakersfield, California, donde se graduó. De 2000 a 2003 trabajó en una compañía suiza de manejo de contenido y experiencias de usuario (UX) donde se adentró en la tecnología Java.

Antil fue el último de su familia en emigrar, y lo hizo a sus 13 años. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

 

En 2004 renunció y fundó Xumak (que en q’anjob’al significa florecer), empresa dedicada al marketing digital y comercio electrónico: “Quería crear una empresa multinacional que no dependiera de un país, sino que diera servicio al mundo”, dice Antil. Su primer cliente fue la cadena de hoteles Best Western.

El salto del salario

Pasó de ganar 30 dólares la hora a percibir entre 100 y 200 dólares la hora por consultoría, pero en 2008 con la crisis financiera, su mayor cliente Nissan Europa, le dijo que ya no podía pagar tarifas de Estados Unidos, sino que pagaría tarifas offshore (servicios con sede en otro país) de la India, lo que se traducía en percibir 20 dólares la hora en lugar de 150.

Entonces acordó con la compañía que comenzaría su offshore para que le siguieran dando negocio, y de inmediato comenzó a buscar dónde establecer la operación. La mejor opción era India, pero él quería iniciar algo en Latinoamérica, en particular en Guatemala, aunque no era la mejor opción, pues no había mano de obra, y en ese entonces las universidades sólo graduaban alrededor de 25 personas en ciencias de la computación a nivel nacional. Todo estaba en contra.

“Siempre trato de abrir ventanas para alguien más, entonces cuando tuve la oportunidad de iniciar una sede offshore, decidí ir contra corriente y hacerlo en Guatemala”, afirma el empresario.

En 2013 abrió una oficina en Colombia y entre sus planes se encuentran abrir otras más en Sudamérica, además de una regional en Centroamérica. Actualmente Xumak factura alrededor de 8 mdd anuales y emplea a 70 personas.

“Somos una compañía pequeña en relación con las empresas con las que competimos, pero la mejor recompensa ha sido tener el respaldo de mis clientes y a mi equipo siempre inspirado”, puntualiza Andrés Antil.

* En alianza con Forbes México y Centroamérica

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