Infraestructura portuaria

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Dragados y mantenimiento de muelles son las urgencias en EPQ y Empornac

En EPQ se presentará una crisis por asolvamiento en menos de 18 meses, mientras que en Empornac también se necesita trabajar en la profundidad para incrementar el calado, afirman directivos de ambas portuarias.  

Área de muelles del la Empresa Portuaria Quetzal en Escuintla. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Aparte de otras acciones prioritarias, es urgente realizar trabajos de dragado tanto en la Empresa Portuaria quetzal (EPQ), como en la Empresa Portuaria Santo Tomás de Castilla (Empornac) para que puedan ingresar barcos de mayor tamaño ser más competitivos.

Lo anterior, de acuerdo con el Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala, (Cutrigua), cuyos directivos manifestaron en una presentación reciente que el no contar con el calado suficiente para atender buques de mayor tamaño que sí atracan en otros puertos de la región y del mundo, impacta en costos adicionales ya que, por ejemplo, la carga que viene de Asia en buques más grandes se debe trasladar a naves más pequeñas.

Respecto a la ocupación, refieren que APM Terminals mantiene un 92% de ocupación; Puerto Barrios, 85%; EPQ, 80%; y Empornac 59%. Según estándares internacionales, un puerto inicia su nivel de congestionamiento a partir del 60% de su capacidad.

Prensa Libre conversó son el gerente de EPQ, Ricardo Monterroso, y el presidente de  Empornac, José de la Peña, quienes explicaron la situación actual de estas instalaciones y los problemas que urge resolver.

EPQ: a meses de una crisis

Si en 18 meses no se han realizado trabajos de dragado, el Puerto Quetzal entrará en crisis porque las trampas de arena ya están colapsadas y el puerto ya ha perdido capacidad, además de que ya no podrán atracar los buques de mayor calado, por lo que están en búsqueda de opciones para concretar las obras necesarias por medio de la figura de administración porque la legislación no permite agilizar esa labor de otra manera.

Así lo indicó Monterroso, al explicar que actualmente no se puede lanzar una licitación internacional pública por la obra completa, sino que se tiene que hacer por partes pero que son procesos sumamente largos.

"Si en 18 meses no se han realizado trabajos de dragado, el Puerto Quetzal entrará en crisis porque las trampas de arena ya están colapsadas y el puerto ya ha perdido capacidad"

Ricardo Monterroso, gerente general EPQ

Para el caso de los dragados, en la literal f del artículo 43 de la Ley de Contrataciones del Estado se especifican las modalidades de contratación y refiere que únicamente se podrán realizar por administración, salvo situaciones derivadas de estados de excepción declarados conforme la Ley de Orden Público, Decreto Número 7 de la Asamblea Nacional Constituyente.

Respecto al asolvamiento, Monterroso refirió que anualmente baja un promedio de 250 mil a 300 mil metros cúbicos de sedimentos de la afluencia del río Achiguate y del canal de Chiquimulilla y como las corrientes marinas van de oeste a este, mucho de ese sedimento se aloja en el área de Puerto Quetzal, por lo que las trampas de arena ya están colapsadas.

“Si no se hace un trabajo de forma inmediata, cada vez van a serán menos los buques de gran calado que puedan atracar. Por ejemplo, si hoy viene un barco con capacidad de 50 mil toneladas métricas (TM) será necesario traer dos de 25 mil TM, y eso encarecerá el comercio marítimo de Guatemala. Además, posiciona a la instalación portuaria en una condición de riesgo, lo que provoca que los fletes marítimos también se encarezcan”.

Un segundo factor es que tampoco hay una ampliación y se tiene una alta demanda de buques para el área del muelle comercial, por lo que las embarcaciones deben esperar, lo que se convierte en multas que se trasladan a los usuarios, incluyendo importadores, lo que al final afecta el costo de la canasta básica y muchos artículos que se consumen en el país.

Los calados originales de Puerto Quetzal en el muelle comercial eran de 11 metros, pero en algunas áreas ya alcanzan los 9.5 metros y eso obliga a esperar mareas altas que el atraque. “Es decir que ya perdimos capacidad instalada porque los buques charter que cargan de 35 mil a 50 mil TM de graneles o los que van de 3 mil a 5 mil teus no pueden venir cargados a su total capacidad por el mismo tema del dragado”.

"El presidente Bernardo Arévalo, a diferencia de otras administraciones, está en contacto y control directo con las portuarias, de manera que los dos puertos vayan a una misma línea de desarrollo"  

Jose´ de la Peña, presidente Empornac

A eso se añade que se está por entrar a la época de invierno, cuando para proteger el producto a granel se cierran las bodegas, lo que repercute en la fila de barcos. “Entonces, se debe maximizar el área oeste de Puerto Quetzal con las terminales que ya están establecidas ahí como unidades estratégicas de negocio y en términos generales, ampliar el puerto”.

Como parte de una solución temporal, se está viendo la posibilidad de aprovechar un convenio vigente entre el Ministerio de la Defensa Nacional de Guatemala con la Secretaría de Marina de México que incluye algún tipo de asistencia de dragas que realizan los servicios y mantenimiento a los puertos Lázaro Cárdenas y Manzanillo.

De lograrse esto, no se lanzaría una licitación, sino que sería acuerdo binacional que apoyan y Guatemala tendría que costearlo que se requiera.   

Monterroso enfatizó que, por primera vez, se está dando a conocer la carta batimétrica.

“Mi mensaje a las cámaras y gremiales siempre ha sido no me dejen a mí solo con el problema. Pido que hagamos presión en el Congreso para que se apruebe alguna situación controlada porque este es un tema de infraestructura crítica. Si entramos en crisis, reconstruir el puerto va a salir 50 veces más caro”, expuso.

Empornac: Muelle es insuficiente

Respecto a Empornac, De la Peña explicó que el presidente Bernardo Arévalo, a diferencia de otras administraciones, está en contacto y control directo con las portuarias, de manera que los dos puertos vayan a una misma línea de desarrollo.  

La primera medida de urgencia coincide en que se debe trabajar en la profundidad del área de atraque, por lo que es necesario un dragado de mantenimiento en lo que se denomina al rostro de muelle, es decir a un lado, para profundizar a 10 metros “que es lo que nos da la infraestructura hoy en día”.

Además, se está invirtiendo en una plataforma del muelle para expandirlo 8 metros más hacia el mar y con esto ya se va a poder tener pilotos de 50 metros de largo que le van a sostener, para poder dragar.

Luego de esos dos pasos, explicó, ya es lógico hablar de un dragado en el canal de acceso y la dársena de maniobra, ya que si se trabaja solo en estas últimas, los barcos grandes que requieren mayor profundidad no podrán atracar al llegar al muelle.

Actualmente la profundidad es de 8 y 9 metros, mientras que el canal de acceso y la dársena de maniobra tiene una profundidad aproximada de 12 metros. La idea es atender buques que tengan 14 o 15 metros de calado y no solo de 7 a 7.5, que ya se quedaron pequeños.

Consultado respecto a las dificultades que expone EPQ para la contratación de un dragado, y la dificultad que pudiera enfrentar Santo Tomás, ijo que la aplicación de la ley es general, pero que en el caso de Empornac están solicitando a la terminal de Chiquita, que opera en Puerto Barrios, que hagan el mantenimiento al rostro del muelle, como un aliado comercial.

Además, dicha compañía tiene un proyecto para desarrollar su muelle en Puerto Barrios con inversión propia y la idea es brindarles apoyo desde lo que tenga facultad Empornac.

Esa labor “va a hacer que Guatemala pueda ser más atractivo a nivel internacional para recibir carga de buques más grandes y con mayor cantidad de carga, para convertirnos en un punto logístico para Honduras y El Salvador”, ya que este último estaba moviendo su carga a través de Santo Tomás, pero hace un año decidió irse a Puerto Cortés (Honduras) para tener salida al Atlántico, lo que se quiere recuperar.

El segundo paso será el dragado general en el puerto y en el canal de acceso y la dársena de maniobra que en la actualidad tiene alrededor de 12 metros de profundidad.

Para la primera parte de la obra mencionada, la meta es empezar por fases, ya que hay cuatro atracaderos, y uno de estos es el más urgente porque tiene mucho daño en su estructura.  

Otra decisión es no comprar maquinaria portuaria porque cada año, en los en los planes anuales hay compra de equipo, pero a veces no se necesita, así que se adquirirá cuando este se haya desgastado por el exceso de uso o por la operación normal. “Eso de solo comprar equipos para tenerlos parqueados en el recinto, en nuestra administración no va a pasar”, dijo el directivo.  

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.