Para Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo (Fundesa), lo que no ha regresado a la normalidad son los ingresos de las familias.
Aunque para el nivel socioeconómico BC solo el 41% de los encuestados reporta haber visto una reducción en sus ingresos, todavía el 57% de las personas del nivel socioeconómico D reportan que los ingresos de su hogar han disminuido.
Esta situación puede asociarse a un retorno a la actividad laboral, pero en condiciones muy diferentes a las que había en febrero y marzo del presente año.
“Por ejemplo, el traslado de una parte significativa de la fuerza laboral hacia puestos menos remunerados, hacia trabajos en condiciones temporales o por productos específicos, o hacia la informalidad”, señaló Benavides.
También se ha reducido el porcentaje de trabajadores que considera que sus ingresos son menores, explicó Érick Coyoy, investigador de la Universidad Rafael Landívar (URL).
“Esto puede deberse a que tenían horarios restringidos por el cierre de actividades y han vuelto a su jornada completa, o bien porque parte de sus ingresos están asociados a las actividades presenciales que realizan como parte de su trabajo”, resaltó Coyoy.
Recuperación del empleo
La reducción de las restricciones se ha traducido en un aumento de la actividad económica, y la recuperación se ha evidenciado en el índice mensual de actividad económica, que en agosto mostraba una variación interanual de -1.8%, después de haber estado en -10.9% en mayo, mes en el que las restricciones estaban más estrictas, indicó Fabián Juárez, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales.
El aumento de la cantidad de personas que están saliendo a trabajar explica también la mejora de estos indicadores, especialmente en actividades que no pueden optar por el teletrabajo y que volvieron a abrir en estos meses.
El desempleo continúa siendo un problema fuerte, no obstante, algunos puestos de trabajo en ciertas actividades económicas se han logrado recuperar.
Lo anterior, se refleja en el número de afiliados al Instituto Guatemaltecos de Seguridad Social que en agosto mostró esta recuperación en el empleo formal, después de haber estado en su punto más bajo en el mes de junio, refirió Juárez.
Sin embargo, este no puede ser el caso para todos los sectores económicos. Tal como evidencia la encuesta, las familias más pobres pueden estar sufriendo afecciones más agravadas que el resto de la población, especialmente por la informalidad, falta de empleo, falta de ahorros y acceso a recursos básicos, enfatizó el analista.