Las que se presenten de forma voluntaria se les rebajará la multa, la cual está establecida entre Q5 mil hasta Q100 mil, y solo se les impondrá una multa de Q5 mil, sin importar la categoría a la que pertenezca la empresa la que pertenezcan (según el tipo de actividad que hagan y el tamaño del proyecto, o empresa), según los reglamentos del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), explicó el experto.
La regularización se debe hacer para los proyectos, producción, obras, industrias o actividades que no cuenten con ninguno de los dos instrumentos.
“Puede tratarse de un edificio, de unas bodegas, un carwash, un restaurante, una industria” y otros, explicó.
“Las empresas no se deben confiar ya que elaborar un instrumento ambiental lleva trámites, papelería legal, planos, desarrollar instrumento” y todo eso lleva tiempo dijo Campins.
La Cámara de Industria de Guatemala (CIG) ha impulsado el cumplimiento de estas normativas generó herramientas para que los socios puedan contar con el instrumento ambiental, , en este caso el diagnóstico ambiental, y su licencia ambiental, indicó Daniel García, Asesor Político Ambiental de esa entidad.
En el 2018 esa Cámara apoyó la presentación de más de 700 instrumentos ambientales de socios de dicha organización que han buscado regularizar sus actividades, agregó.
Se ha hecho encuestas con los socios y en el sector que representa la CIG que son alrededor de 1 mil 200 industrias entre el 90% a 95% de empresas ya cuentan con ese instrumento ambiental, explicó el directivo.
¿Quiénes están obligados?
Todas las empresas que no cumplan con el decreto Ley 68-86, Ley de mejoramiento y protección contra el ambiente tienen la oportunidad de regularizarse.
García explicó que esa ley establece en el artículo 8 la descripción de quiénes deben cumplir con esa obligación.
“Lamentablemente la ley en su redacción quedó de forma muy ambigua porque dice que para toda actividad, industria o proyecto que pueda o no producir un impacto al ambiente debe contar con un instrumento ambiental”
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Hay un listado taxativo emitido por el MARN que dice cuáles deben contar con ese instrumento, e incluye desde un pequeño comercio o una tienda de venta al detalla hasta una hidroeléctrica, explicó.
“Según esa redacción y el listado mencionado toda empresa formalmente establecida en el país debería de contar con este instrumento ambiental” dependiendo de su categoría.
La CIG considera que la excepción debería ser la actividad forestal ya que ese control está establecido en la Ley Forestal y el Instituto Nacional de Bosques (Inab), comentó García.
¿Qué es el diagnóstico ambiental?
Para los instrumentos ambientales hay términos de referencia establecidos por las leyes nacionales, reglamentos y el MARN.
Hay dos modalidades. Uno es un estudio de previsión de impacto ambiental y el otro es correctivo.
- Estudio de Impacto Ambiental (EIA): se debe emitir para las actividades o proyectos que no se han efectuado, y se va a predecir su impacto ambiental. Aquí se proyecta cómo se va a mitigar el impacto, desde la construcción hasta llegar a la operación.
- Diagnóstico ambiental: Es la evaluación del impacto de todas las actividades que ya están construidas u operando y que ya generaron el impacto ambiental. En este se presenta la forma en que va a mitigar el impacto que ya está generando (en agua, ruido, aire, y otras).
Conozca la legislación
Los expertos recomendaron a las empresas a conocer la legislación vigente para cumplir con las obligaciones.
- Decreto Ley 68-86, Ley de mejoramiento y protección contra el ambiente tienen la oportunidad de regularizarse.
- Reglamento de Evaluación y Control de Seguimiento Ambiental (conocido como Recsa), acuerdo 137-2016 y modificado por el acuerdo 121-2018 del MARN.
- Otras normativas: Tener claro las diferentes normativas que deben cumplir como el reglamento de descarga de aguas residuales, reglamento para salud y seguridad ocupacional y otros, por ejemplo.
En el caso de proyectos nuevos deben cumplir con el instrumento de Evaluación Ambiental y no tienen multa, explicó Campins.
“Uno de los objetivos es que al tener una industria casi totalmente regularizada en la Cámara de Industria, estamos buscando que vayan más allá de lo que la ley establece, por eso estamos promoviendo herramientas para el tema de ciclo de vida de los productos, el desempeño ambiental, que no se enfoquen solo en un cumplimiento legal” expuso García.
Herramienta para hacer un autodiagnóstico
Independientemente del Diagnóstico Ambiental que necesite la empresa para cumplir con las normas del MARN, la Cámara de Industria (CIG) ha creado otras herramientas que son útiles para las empresas.
Luis Muñoz Director Ejecutivo Centro Guatemalteco de Producción más Limpia comentó que cuentan con herramientas digital dentro del Programa de Desempeño Ambiental, para facilitar la labor de las empresas por medio de internet.
La primera es el Diagnóstico de Desempeño Ambiental (DDA) la cual empezó a operar desde 2018 y por medio de la cual las empresas pueden hacer un autodiagnóstico para medir o revisar sus actividades en ese ámbito.
La herramienta, de uso gratuito para las empresas, genera el reporte automático e identifica cuáles son los puntos buenos, y en los que tiene riesgo, y se emite una nota de 0 a 100.
Con esa información la organización está creando un ranking para dar seguimiento a los avances, refirió.
A la fecha ya han participado casi 200 empresas, de las cuales 75 han efectuado de forma adecuada su autodiagnóstico. De estas 60% son grandes empresas y el restante 40% son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
No se publican nombres de empresas, pero si se generan estadísticas. El promedio de puntaje que se ha registrado a febrero de este año, 52 puntos. “Eso significa que vamos a la mitad del camino” dijo Muñoz.
Expuso que “Nuestra interpretación en que las empresas si están haciendo cosas interesantes en el medio ambiente, y están muy preocupadas en cumplir con la ley y su esfuerzo va en tratar sus desechos y emisiones y aguas residuales, pero nuestra experiencia eso sale muy caro, y entonces las empresas se empiezan a desmotivar en el tiempo y ahí es donde surge el riesgo de que no se cumpla con la ley, que tengan problemas ambientales”.
Los 7 ejes
En el autodiagnóstico se evalúan 35 puntos divididos en 7 ejes:
- Planificación ambiental
- Cumplimiento Legal Ambiental
- Riesgo Legal Ambiental
- Uso de recursos (producción más limpia)
- Gestiones de emisiones y desechos
- Perspectiva del ciclo de vida
- Gestión de la información
Los tres expertos participaron este jueves en el III Foro de Sostenibilidad Industrial, organizado por la CIG y un grupo de empresas.
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